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Este "deleite" es una gran equivocación en estos tiempos políticos y alguna gente bienpensante de Santa Cruz esta cayendo en este error. Todos los signos de los tiempos políticos señalan que ha llegado el fin de las trincheras regionales y ha llegado la hora de lo nacional. Veamos.
La estrategia político electoral del MAS, siguiendo una línea continua desde que impuso el desempate por la fuerza, es avanzar militar, política e ideológicamente hacia el oriente para terminar de sepultar la oposición de resistencia. Si el proyecto masista pretende ese carácter nacional, la respuesta de la oposición no puede sino ser –también- nacional.
Pero hay en mesa, 2 respuestas desde la oposición. La respuesta 1, de algunos pocos opositores despistados, es la del "deleite de la casa intocada", que es una verdadera ingenuidad y funcionalidad ilusa con la estrategia del MAS. La respuesta 2 es la erosión de las bases de apoyo al MAS en el occidente desde una visión nacional que articule dos visiones de país y dos modelos de desarrollo (occidente y oriente) adaptados entre sí, propuesta que nace en occidente pero que engloba al oriente para vencer al MAS empezando desde sus plazas fuertes.
La respuesta 1. Que gane la oposición en Santa Cruz tiene mérito pero sólo ratifica su plaza por haber resistido en su momento el embate masista a través de la propuesta de autonomía departamental. El referéndum de 2006 lo marcó, y la inclusión de este tema en la Constitución es su gran logro, y el tema se ha convertido ya en nacional, a pesar de las fuertes observaciones a su contenido.
Sin embargo, esta respuesta muestra una gran y crucial limitación: se aísla a Santa Cruz y se la conserva como poder sólo de alcance regional (por ejemplo, no pudo ni puede evitar lo que pasó en Pando y las secuelas actuales de abusos del oficialismo) pues en lo nacional, no irradió su visión de país en más de un tema substancial –la autonomía departamental-, hacia el occidente con posibilidades de contra hegemonía político electoral frente al MAS. Nuevamente, Santa Cruz es vista por algunos ilusos como protegida por una campana de cristal cuando electoralmente el MAS se dispone a hincar su diente político tratando de ser la primera fuerza regional y desde esto ganar la gobernación, muchas alcaldías y-ese momento- hacerse verdaderamente nacional. Entonces, refugiarse en el "deleite" de poner bajo una campana de cristal la "visión propia" es un verdadero suicidio regional, y el asunto por lo tanto no es "preservar" a Santa Cruz intocada políticamente –con su "propia visión", que eso implica apostar a su aislamiento y derrota.
La respuesta 2. El occidente empieza a recuperarse de la influencia del MAS y ya inició un nuevo proyecto de alcance nacional, no solo regional, ni sólo de suma de algunas regiones. Por ello, el fortalecimiento y las batallas ganadas en La Paz, El Alto y todo el occidente de Bolivia, tienen el gran mérito de su verdadero alcance nacional, al disputarle al MAS -con los mejores argumentos, programas de gobierno y líderes- la enorme capacidad de seducción electoral y convencimiento ideológico de amplias masas populares que ha tenido hasta el momento.
Y viene la pregunta del millón. ¿Cuál de los candidatos y organizaciones políticas esta disputándole influencia al MAS y puede competir en las difíciles plazas de La Paz y El Alto con posibilidades reales de enfrentar el liderazgo programático e ideológico de Evo? La respuesta es absolutamente clara: Samuel Doria Medina.
Si le sumamos a Samuel la virtud política de ser capaz de desangrar al MAS en su propia cancha, y obtener respaldo en todo el país con diferencias porcentuales pero sin rechazos abrumadores en algunos departamentos como tiene Manfred en todo el occidente, entonces están claras las ventajas de la oposición creativa a la cabeza de Samuel no solo para que Santa Cruz asiente su modelo económico y visión institucional democrática, sino para que toda la nación adapte desde sus propias potencialidades ese modelo económico, ampliando las bases de existencia de la institucionalidad democrática en toda Bolivia. Bien, es hora de lo nacional, y los que no se den cuenta serán derrotados.
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