miércoles, 30 de diciembre de 2009

A la “captura" del centro estratégico

Guillermo Capobianco Ribera
memocapobianco@gmail.com

Los centros mundiales del poder aceleran sus emprendimientos para "posicionarse" en el centro estratégico de Sudamérica, la mayor reserva de biodiversidad del planeta y espacio vital para el control militar, económico y geo-político de la región.

La década política que se inicia deberá modificar, en gran medida, la "matriz" conceptual en torno del rol que le corresponde jugar al país en esta coyuntura histórica.

Los grandes "bloques" de poder mundial están en movimiento para "capturar y/ o posicionarse en el centro territorial.

Irán persigue el uranio de Pando y la instalación de una poderosa estación de TV en el Chapare para difundir la doctrina del Islam.

Tiene el favoritismo de la política internacional del gobierno en la línea Teherán - Caracas - La Paz.

Venezuela y su Proyecto hegemónico esta fuertemente posicionado en el sistema financiero nacional con Prodem y en la cabecera de la Hidrovia Paraguay –Paraná, en donde adquirió GRAVETAL la más importante planta de procesamiento y comercialización de soya.

El posicionamiento del "chavismo" en Bolivia es políticamente muy fuerte por la identificación de su Presidente Chávez con el Presidente Morales, con la doctrina bolivariana y las del Socialismo del Siglo 21 que persigue la implantación del socialismo y la liquidación del capitalismo a nivel mundial.

El país vive el auge de la explotación y comercialización de la plata y el zinc de la mina San Cristóbal en Potosí al extremo de que la producción de la Empresa Silver en la que supuestamente es accionista el "genio" financiero norteamericano de origen hungaro George Soros, cubriría 3 puntos del P.I.B. nacional.

La poderosa empresa transnacional cuenta con el respaldo del gobierno gracias a la presencia en su seno del supuestamente inamovible Ministro de la Presidencia, Ramón Quintana; personaje célebre de la política boliviana, por su antológico discurso de los gusanos en Cobija.

La India, potencia mundial emergente del continente asiático, a través de Jindal Stil, se posicionó en el sudeste del país, construyó una carretera de 138 kilómetros entre Mutún y Puerto Bush, para iniciar la exportación de hierro y manganeso a través de la Hidrovia; capitalizarse y emprender tentativamente la instalación de plantas industriales en un plazo de tres a cinco años.

Francia y el Japón a través de las empresas Bolloré y Sumitomo, extreman gestiones para posicionarse en Uyuni y explotar el litio, mitad de las reservas del mundo, para fabricar baterias y atender las demandas de un mercado automotriz en expansión.

Siempre el extractivismo y la exportación de recursos naturales sin valor agregado, como en el pasado y en las guerras del Acre, del Chaco y la del Pacífico.

Bolivia, en la década que se inaugura, debiera cambiar la rutina de su matriz conceptual.

Debiera pensar no sólo en la industrialización que nunca llega sino también en la explotación intensiva de los servicios estratégicos interoceánicos a través de sus corredores de exportación e incorporarse definitivamente a la civilización de la sociedad del conocimiento y de la información.

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