miércoles, 30 de diciembre de 2009

LA CRISIS QUE NO LLEGÓ A BOLIVIA

Armando Méndez Morales
amendezmo@yahoo.es

Hace un año atrás los que analizamos el comportamiento de la economía boliviana esperábamos ansiosos los primeros datos sobre nuestro comercio exterior para el año 2009. Sabíamos que la crisis y la recesión económica mundial ingresarían a nuestra débil economía por el lado externo, afectando seriamente en su crecimiento económico. The Economist estimó sólo el 1 % de expansión del producto interno bruto y el Banco Mundial el 1.8 % para el año que concluye. Sin embargo, al finalizar el año los indicadores señalan que el crecimiento estará en torno a un 3 por ciento. Las exportaciones cayeron significativamente y también las importaciones, sin embargo, la expansión se mantuvo cerca a su tasa natural. ¿Por qué?

El alto crecimiento de la economía boliviana durante el año 2008 y que fue del orden del 6,2 %, se debió al sector minero, que tuvo ese año un inusitado incremento anual y del ¡56%! Principalmente fue la consecuencia del ingreso en operaciones del gran proyecto minero "San Cristóbal" en Potosí. Si se resta ese sector se tiene que la economía sólo se expandió a un 3,9 por ciento, durante ese año, reiterando que el sendero potencial de la economía no pasa del 4 por ciento.

Y la caída de las exportaciones, en 2009, que están en el orden del 25 por ciento se explica, principalmente, por el sector hidrocarburos, sector que tiene un peso del 40 % del total de exportaciones, pero sólo del 6 por ciento en la producción nacional, por lo que su caída no afecta decisivamente en el crecimiento del producto, pero si afecta fuertemente los ingresos fiscales, información oficial hasta la fecha no disponible.

El menor ritmo de ingresos fiscales durante el año 2009 no fue problema para el gobierno debido a los ahorros fiscales que se hicieron en los años anteriores, consecuencia de una coyuntura internacional favorable para Bolivia y, por tanto, envidiable.

Para el año 2010 el Banco Mundial estima un crecimiento bajo y del orden del 2,6 por ciento para el país. El Fondo Monetario es más optimista y espera un crecimiento del 3,4 %. Si suponemos que la capacidad potencial de la economía boliviana está por el orden del 4 por ciento anual, y si hacemos abstracciones de fluctuaciones económicas que siempre se pueden presentar, se puede esperar que durante el año 2010 no se supere esa barrera y si se quiere que la inflación no vuelva a resurgir. No existen nuevos factores que puedan justificar un mejor rendimiento de la economía boliviana para el año 2010, por lo que la tasa esperada de crecimiento estará en el orden del 3,5 %, aunque el gobierno espera una expansión del 4.5 %.


El pueblo boliviano le ha otorgado un segundo mandato al presidente Evo Morales para que desarrolle la "economía plural" y para que implemente la nueva Constitución Política del Estado, lo cual pasa por su afianzamiento político como expresión de la nueva hegemonía nacional, única manera de concretar la nueva Constitución. Lo que debe quedar claro para todos, de ahora en adelante, es que el Estado prioriza los sectores económicos al momento de diseñar la política económica y las políticas públicas, ante las cuales el sector privado formal tiene que subordinarse. Esta será la lógica del gobierno en los próximos años.

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