Zoraida Alarcón Ardaya
zoraidalarcon@yahoo.es
Es interesante el análisis de Diego, pero pienso que si queremos seguir avanzando, debemos despejar algunas afirmaciones que no corresponden a la realidad. En primer lugar, ¿es sorprendente el resultado que obtuvo Evo Morales? Pienso que de ninguna manera. La oposición, luego de la debacle de octubre negro y las elecciones de 2005, comenzó su rearticulación, bajo el liderazgo de Jorge Quiroga de PODEMOS y Samuel Doria Medina de UN. Paralelamente, los Prefectos no masistas que habían ganado las elecciones prefecturales, por pirmera vez por voto popular, junto a sus comités cívicos articularon el CONALDE como la expresión de la emergente fuerza social y política autonomista que de la mano de los Prefectos y los Comités Cívicos fueron el ejército de resistencia al masismo.
Sin embargo, la natural articulación que debía darse entre la oposición política y el CONALDE no se dió y surgió más bien un clima de desconfianza y celo mútuo que no permitió un accionar coordinado. Nunca Tuto Quiroga ni Samuel pudieron lanzar linea política que permita articular la oposición regional detrás de objetivos unificados.
Esta situación llevó a la claudicación de la oposición política, que por su cuenta negoció el alargue del mandato de los constituyentes; la ley de los 2/3 y mayoría absoluta, la aprobación en grande y en detalle de la Constitución masista, el referéndum revocatorio y la ley transitoria electoral con las ventajas que a Evo le permitió seguir siendo presidente de candidato, utilizar los recursos del estado para su campaña y el uso del poder sin limitaciones.
Por su parte, la oposición regional fue paulatinamente debilitada y derrotada en el referéndum revocatorio, donde las prefecturas de Cochabamba y La Paz pasaron a manos del masismo y el 60% del SI a la Constitución masista, frente al 37 % del NO.
Con este panorama, mal podríamos engañarnos esperando que por un acto de magia, la oposición logre derrotar o por lo menos logre llevar a Evo a una segunda vuelta. En mi criterio no fue ese el objetivo, sino la renovación del liderazgo político fracasado de Tuto y Samuel y la asunción por los líderes regionales de su rol de oposición, esta vez en el ámbito político electoral. Eso fue el PPB CONVERGENCIA; la articulación de los prefectos y las fuerzas regionales autonomistas que requerían renovar el liderazgo político que los llevó a derrota tras derrota. Sin embargo las condiciones eran extremadamente difíciles y las ventajas de Evo prácticamente inalcanzables.
Ahora bien, ¿Se cumplió el objetivo de la renovación del liderazgo? por supuesto que no, porque ello es un proceso, que, tiene en las eleciones del 6 de diciembre un punto de partida. La nueva oposición aún no ha asumido su representación parlamentaria, parece poca, pero veamos el desempeño de los parlamentarios electos cuyo porcentaje de sangre nueva es bastante apreciable. El liderazgo de la oposición ¿está derrotada definitivamente? ni de lejos, la persecución a Manfred Reyes Villa, el encarcelmaniento de Leopoldo, la persecución a José Luis Paredes, Cossío, Suarez, etc, muestran que para el gobierno, enfrentar a la oposición sigue siendo su principal tarea, porque además ha comprendido que el nuevo liderazgo de la oposición no es como la oposición funcional de Tuto y Samuel.
Entonces, el proceso es largo todavía, las cosas no terminaron el 6 de diciembre, apenas comenzaron.
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