martes, 19 de enero de 2010

QUE DOLOR DE CABEZA!!!

Jack Matijasevic Mostajo
jackmatija@yahoo.es

Las autonomías indígenas un verdadero dolor de cabeza que indudablemente debe generar una falta de sueño al Ministro Carlos Romero.... Empezaremos esta historia remontándonos a principios de la década de los 90: la famosa ley maldita que despertó una cadena de protestas desde la Central Obrera, la Federación de Campesinos hasta la opinión del ciudadano de a pie, que en la desmenuzada visión errónea de quienes protestaban veían en ella el camino a una desintegración de la República, cerca de cumplir 16 años desde su promulgación, es considerada una de las leyes mas sabias dictadas en el historia de este País, la cual inició el primer proceso de autonomía administrativa. La generación de esta Ley no fue un dibujo hecho en el escritorio de Carlos Hugo Molina, para que esta Ley sea concebida tuvo que haber pasado una serie de experiencias, éxitos en planificación regional y territorial en trabajos desde ONG´s y de visionarios profesionales que trabajaban en el ámbito del desarrollo rural... pero ese es otro cuento, el hecho es que esta Ley abrió la primera brecha para que este País salga de una administración estatista obsoleta y corrupta a una administración mas descentralizada y con mayores responsables en el que hacer del desarrollo nacional. (Aunque lo de corrupto también es otro tema)

Desde la definición de las Organizaciones Territoriales de Base como el control social, hacia la administración de los recursos a nivel municipal, y la consiguiente asignación de los mismos vía coparticipación, y los otros rubros como el IDH y sus normativa de uso en sectores como la educación y la salud, no fue concebido de la noche a la mañana; procesos de fortalecimiento municipal, iniciativas, leyes complementarias (ley del dialogo, ley de municipalidades) han tenido que ser estructuradas para que este andamio de 16 años vaya consolidándose mas hasta convertirse en el edificio que ahora se llama municipalismo.

Resultado que la tal ley maldita no fue tan así, sino que dio un gran salto en la reforma de administración del estado, con autonomías municipales, responsabilidad administrativa y social y fundamentalmente inclusión ciudadana...

Los problemas que a lo largo de estos 16 años a cumplir se presentaron fueron muchos; ejemplo: algunos municipios como el caso de San Agustín que es incluso capital de la provincia del mismo nombre en el departamento de Potosí, municipio muy chico en población, con recursos de coparticipación limitados: donde el Alcalde y el Administrador en un tiempo eran el único personal de una administración que recibía recursos que solo alcanzaba para el pago de ambas persona y su consejo municipal y el resabio para pequeñísimas obras municipales[1], fue parcialmente solucionado en la óptica de generar mancomunidades municipales con el objetivo de optimizar el uso de los ingresos municipales de tal manera que sirvan de contraparte municipal en el acceso a algunos recursos de cooperación o bien en una mejor y mayor eficiencia en el índice de inversión y presencia municipal, es decir que encontrando mecanismos en la unión de visiones en la necesidades compartidas se han mejorado estas insipientes administraciones municipales..... así mucha tela ya se cortado en este camino...

Ahora existe un nuevo escenario la Autonomía Indígena, es decir una administración territorial dentro de otra administración lo cual representa un verdadero reto para el Ministerio y con seguridad un verdadero dolor de cabeza.

Como reglamentará esta autonomía? Son preguntas que seguramente se están planteando para poder satisfacer el voto ciudadano que ha apostado por la autonomía indígena, y bajo esa premisa tendrán que dar respuesta al las siguientes cuestionantes: recibirá recursos del Estado? de que manera?; será bajo coparticipación al igual que un municipio?, irán estos recursos en desmedro de los escasos recursos que reciben los municipios?, como la administrará?[2] y como será la relación con el municipio?,.... habrá control social es decir un comité de vigilancia que funcione para la jurisdicción indígena y el propio municipio?, cual será el interlocutor o administrador de los recursos?, será elegido?, se respetara la autoridad natural?, se reglamentará el uso de los recursos? Cuales serán sus responsabilidades y competencias?, como se delimitará la competencia territorial? etc., etc.,...... se tendrá que revisar la Ley de Participación Popular, es decir hurgar los cimientos estructurados desde hace 16 años????............ por Dios que dolor de cabeza!!!!!

Existirán jurisdicciones indígenas de hasta 80 personas así se han estado planteando en el Ministerio de Autonomías..... pensemos: si el municipio era pequeño (caso San Agustín) recibía escasos recursos como se ha demostrado; ahora con una o dos autonomías indígenas (en el supuesto caso que así sea) cual será su situación a futuro, deberá buscar mas alianzas de mancomunidad?, o deberá mancomunarse con la Autonomía Indígena?..... que difícil!!!

Tengo entendido que la Federación de Asociaciones Municipales FAM pretende incorporar a las jurisdicciones indígenas a su seno, el problema es como lo hará bajo que supuestos y en que perspectiva, realmente muy complicado.... Pero más complicado aún es querer entender la política del actual gobierno que tiene una tendencia de una administración centralista......... que complicado, que paradójico..... un verdadero dolor de cabeza!!!....

Pero existe la obligación de responder al voto ciudadano que aposto por las autonomías indígenas y de escuchar ahora las propuestas de los candidatos a Alcalde en cada municipio, y de cómo incorporaran a estas autonomías en su propuesta electoral y cual será la respuesta del Ministerio de Autonomías.

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