viernes, 2 de abril de 2010

!Que Viva el Caos!

Virginia Amelia Antezana
pisulina1@yahoo.com

Por fin el despelote es general.

La tierra tiembla. Los hielos se derriten. Los mares se tragan playas. El sol achicharra. Donde pisa el humano deja ruinas, dolor, agonía, —muerte no, porque como la tememos no existe— el "pecado" que nos amarraba para no hacer lo prohibido, ahora es un estilo de vida —el pecado, que significa pena, tristeza, como nos asusta no existe— los violentos manejan el mundo conocido —porque el todavía desconocido no lo han ni imaginado los pensativos— el dinero como mercadería se esta poniendo chúcaro —como herramienta no, bendita sea— las gorditas estamos de moda —por lo del SIDA— otra vez; los gobernantes ajustan sus políticas para atender a los pobres —porque ya saben que si no lo hacen, ellos se los comen-, aunque los operadores de las mismas no cambian su estilo; las religiones están ajustándose a promover la alegría —no el sacrificio al cuete-, es decir, el mundo humano es un revoltijo, las instituciones se desmoronan, lo invisible se hace carne, lo material se esfuma, por fin el pensamiento tradicional occidental muestra su hilacha y los que esperábamos buenas noticias desde la adolescencia, regresamos a ella para vestirnos de Evangelio y anunciar que la forma de tratar a nuestra VIDA desde hace cuchimiles de años se dirige al basurero cósmico, en picada con tambores de batuqueada en el mero filo para que marquen el paso las construcciones del hombre masculino al irse por el inodoro hacia dónde van los ingenieros del despojo, los contratistas del miedo, los planificadores de la miseria, los diseñadores del odio, los investigadores de pasados intrascendentes, los asesores de poderosos sin criterio, los operadores del tormento, los devotos de la locura, los fieles de la Inquisición, los represores de la libertad, los manipuladores del derecho, los decisores de presupuestos, los calculadores de porcentajes, los analistas de pedos, los poetas del terror, los arquitectos del atropello, los defensores del orden tumbario —de tumbas, cementerios— los amenazadores, los castigadores, los invasores de la privacidad, los monreros de la intimidad, los cogoteros de emprendedores, los manipuladores de préstamos, notarios de los asaltos, legalizadores de crímenes, los mancilladores de la inocencia, los comerciantes de frágiles, y que se alejen no importa en cuanto tiempo —que como lo entendíamos no existe— raudamente, eligiendo quién va primero, segundo, en las encuestas, en los tanteos, en los surveys, en los paneles, en las noticias, en los reportajes, en las entrevistas, en las revistas, en los Foros, Plataformas, Redes, en los seminarios, en la Mesas redondas o esféricas, porque primeros o postreros pasarán a la maravillosa historia, que luego será leyenda, luego mito y después cuento, para explicar a los niños qué es una metáfora, una alegoría, una parábola y para darles una explicación del Génesis que comienza por una explosión cuando se chocan entre protones dentro o fuera del CERN y se libera tal cantidad de agobios, miedos, penas, vergüenzas, rabias, dudas, desconfianzas que se lanzan al infinito para que encontrándose con afines de la misma carga, o de carga opuesta, o de carga mixta se unan como amantes calmados sus fuegos, para que la causa primera de los universos y el Kosmos despierte de su tedio, se yerga en sus potenciales primigenios y barra con todas las cáscaras y fajas, amarros y exilios, impedimentos y vacíos para fertilizar los talentos, capacidades, inmanencias heredadas en la sangre donde en cada gota, en cada célula, en cada núcleo, en cada gen y en cada cromosoma viajan los millones de antepasados nuestros que viven en nosotros esperando el momento en que la Vida sea para disfrutarla a lo largo y ancho, 24/7, a la velocidad de la luz, porque eso y nada más que eso somos, luz en hadrones y quarks, organizados en impulsos electromagnéticos para irradiar dicha, plenitud, conocimiento pertinente, que comienza por observar la existencia desde el enfoque cuántico, sistémico orgánico, holístico, femenino, infantil, en el que quien trata bien a los demás y se ocupa con amor en sus cosas y colabora en lo que puede a todos, no necesita saber ni un positrón de Física ni de Filosofía porque los que aprenden para discursear y no para aplicar lo mejor del conocimiento que no es ni por las tapas El Arte de la Guerra, son pedos vivientes entidades nefastas que marchan hasta ese abismo salvador por donde caen los que creen que con Viagra o con Poder Político van a poder ser algo más que pedos y en este aparente Caos en que todo se revuelve y todo es revoltijo, puede que los espectadores encuentren a su quark con el perfil deseable para darse un Revolcón.

¡Que Viva el Caos!

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