martes, 1 de junio de 2010

LA LUCHA CONTRA EL NARCOTRÁFICO

Alex Juan Brañez Zurita
aljbrazur@hotmail.com

La lucha contra el flagelo del narcotráfico es una tarea ineludible de todo buen ciudadano que quiere preservar el presente y el futuro de nuestras generaciones. Es tarea de gobernantes y gobernados, de pueblos y gobiernos, de naciones y continentes. En consecuencia, nadie puede eludir la responsabilidad de luchar contra esa lacra que denigra la vida humana.

En las últimas horas Evo Morales ha afirmado que "el gobierno de EEUU fomenta, protege y encubre el narcotráfico en Bolivia", sin embargo, mostrando un doble discurso, anuncia que se reunirá con el Encargado del Departamento de Estado para América Latina de EEUU, Arturo Valenzuela.

La pregunta es ¿pretenden disimular la desastrosa política nacional de lucha contra el narcotráfico echándole la culpa a otros países?

Para nadie es un secreto que en estos últimos años el narcotráfico en Bolivia se ha multiplicado en cifras alarmantes, producto del excesivo cultivo de la hoja de coca fomentado por este gobierno, las nuevas técnicas de producción de la droga y la multiplicación de las fábricas caseras de cocaína en todo el territorio nacional, incluso en populosas ciudades.

La coca excedentaria, como todos saben, no va al acullico, sino a la fabricación de más cocaína. Desde la emergencia del MAS en las esferas del poder central, el cultivo de la hoja milenaria se ha extendido a regiones nunca antes contempladas para esta actividad. Sin embargo, no solo se han extendido los cocales, sino que también se ha intensificado la producción donde ya había cultivos.

La información no solo es de conocimiento en nuestro país, sino que se ha divulgado en el mundo entero. Varios países ya se han pronunciado sobre el tema, y la más reciente preocupación ha sido expresada por el candidato a la presidencia del Brasil, José Serra, quien ha manifestado que el gobierno de Evo Morales es cómplice del narcotráfico que llega a su país mediante nuestras fronteras.

Es inadmisible que el actual gobierno trate de ocultar una realidad que es incontrastable ante los ojos del mundo. Una ingente cantidad de dólares que se insertan en la economía nacional provienen justamente de esta ilícita actividad.

Fijarse en el ojo ajeno y no querer ver los errores que a diario se cometen desde el gobierno sobre este tema solo dará como resultado un grotesco incremento del narcotráfico, por tanto, el mayor descredito de nuestro país en el concierto internacional. Aquel estigma de que Bolivia era el país de la cocaína y el narcotráfico que se nos endilgo en la década de los 80, se convierte hoy nuevamente en el denominativo de un país como el nuestro, que no merece volver a esa deshonra internacional.

Por eso, este es el tiempo en que las mentiras convertidas en discursos gubernamentales cada vez pierden mayor credibilidad ante el pueblo.

Nadie, excepto sus partidarios le creen a Evo Morales, que la lucha contra el narcotráfico goza de buena salud. Un sondeo de opinión en una conocida red de televisión da un contundente resultado de que más del 80% de los televidentes cree que el narcotráfico se ha incrementado en nuestro país. ¿A quién quieren engañar con falsos discursos?.

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