miércoles, 16 de marzo de 2011

ENTRE LA ANOMIA Y EL CAMBIO

Luis Fernando Ortiz Daza
lufo69@yahoo.com

Tarija en proceso de cambio, cambios raros para que todo siga igual, una élite que se fue, provocó (corrupción mediante) la caída de una visión de desarrollo, una nueva quiere imponer una visión centralista (con padrastro incluido) de tipo colonial. Es hora de la autocrítica y ver qué se puede hacer para que se salga de la anomia, para la psicología, la anomia es el conjunto de situaciones que derivan de la carencia de normas sociales o de su degradación. Puede hacer referencia también a la ausencia de ley o al trastorno del lenguaje que impide llamar a las cosas por su nombre.

Las cosas por su nombre, tenemos un gobernador y un gobierno departamental ilegítimo, que tomó por asalto el poder, por tanto propende a su degradación, ya que en alianzas espurias, es decir falsas, no auténticas, en el sentido de que no se la hace por el bien del departamento, se reparten pegas y se mantienen contratos con empresas que supuestamente recurrieron a prebendas para la adjudicación de obras. Esta situación hace que nadie respete la ley y que se busque copar todos los espacios de poder posibles.

La anomia no es algo novedoso, viene de antes, no es de una gravedad nunca vista, los de ayer y los de hoy con sus actos, nos dicen: "Así fue, así es y así siempre será". Los del poder, hoy quieren el Comité Cívico, las centrales campesinas, la COD y todas las organizaciones sociales deben utilizar el mismo lenguaje; el del "Proceso de Cambio", que ya ha sido trastornado, que es ahora el proceso de enriquecimiento, "Proceso de cambio se ha vuelto: inconformidad económica y escepticismo, miseria, polarización social, ineptitud política, un horizonte general de desconfianza que podría designarse como anómico".

El orden económico en el departamento no se toca, así sea injusto para las mayorías, las autonomías que en un tiempo todo lo podían, ahora no pueden, las provincias se miran unas a otras con desconfianza, la redistribución de los recursos económicos por concepto de regalías e IDH, es una tarea urgente y se la debe hacer por población, territorio e índices de pobreza.

Cómo te ha puesto el tiempo, parece ser que tenía razón el del seño fruncido, ya no eres más la capital de la sonrisa, la crisis moral te golpea, los partidos políticos, agrupaciones ciudadanas, organizaciones, políticos, dirigentes, están todos bajo sospecha, hay la convicción general de que la corrupción decide el rumbo de la sociedad.

Abriendo un paréntesis para comentar con mínimo detenimiento la idea del Estado anómico, propuesta por Peter Waldmann. Su argumento se refiere a esa brecha –constante, generalizada- entre el orden institucional y el orden práctico. En síntesis esquemática dice que el Estado no contribuye a la regulación efectiva, transparente y general de la sociedad sino que, con frecuencia, actúa incluso en sentido contrario; es decir: no es un referente normativo eficaz sino fuente de incertidumbre. Como institución, el Estado no procura esa vinculación de los intereses particulares con un interés general que pedía Durkheim: ni cumple con las normas, ni impone el cumplimiento de las normas.

Este argumento aplicable a los gobiernos locales, dentro de las ciencias sociales, produce la incapacidad de la estructura social de proveer a ciertas personas (llámense líderes), lo necesario para lograr las metas de la sociedad, esto a su vez produce una conducta desviada. La anomia es un colapso de la gobernabilidad, como lo estamos viendo ahora en Tarija. El MAS, el PAN, CC y los representantes de los pueblos indígenas en la asamblea departamental no se ocupan del desarrollo integral y de luchar por mejorar la calidad de vida de los habitantes del departamento. ¿Saldremos de la anomia? O ¿Qué festejaremos este 15 de abril?.

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