viernes, 15 de abril de 2011

La reconfiguración del sistema de partidos políticos

Ronald Balderrama
RonaldBalderramaZ@gmail.com

Desde el inicio de la era democrática ininterrumpida llamada también periodo de la democracia pactada los partidos políticos que se constituyeron en importantes por su convocatoria, militancia y caudal electoral fueron contadísimos, más allá de existir una cantidad considerable de opciones desde el período de 1982, se pudo advertir que desde ese primer momento un elemento esencial fue la ideología que polarizaba las tendencias partidarias y también la legitima aspiración por el poder de una variedad de organizaciones, es así que las tendencias político-ideológicas de izquierda y derecha son las que mueven el escenario coyuntural de ese entonces y que se manifiestan en partidos de izquierda, populistas, marxistas, nacionalistas, como también los que profesan la socialdemocracia, en contra de los que estaban a favor del conservadurismo llamados de derecha, es así que para tener un enfoque de cómo se va configurando el escenario político boliviano se debe de tomar en cuenta las fuerzas combatientes que se dan dentro de las organizaciones no partidarias pero sí políticas, organizaciones que están vinculadas al sindicalismo fuertemente manifestado desde la Revolución de 1952 y que se aglutinan en la máxima representación organizacional como lo es la Central Obrera Boliviana (COB).

Se debe de mencionar que ya a partir de 1985 el rol de las ideologías y la confrontación que ésta provocaba se va reduciendo o aminorando para generar consensos y por ende estabilidad y gobernabilidad, un factor clave de las enésimas variables que afectaron para dar origen a éste fenómeno fue el fracaso de la izquierda nacional concentrada en la Unidad Democrática y Popular (UDP), posterior a eso, la serie de intentos por fortalecer los preceptos democráticos van asentándose de una manera considerable, ya por el año de 1989 las nuevas líneas ideológicas de corte populista que aparecen a través de las tensiones y crisis sociales logran consolidarse fuertemente en el colectivo social pero sólo en específicos lugares del país y no adquiriendo una presencia o notoriedad de alcance nacional como lo hacen algunos partidos políticos de tendencia conservadora, pese a ello éstas logran representatividad política a través de los acuerdos que se dan ya para el período de 1993, es así que las corrientes que emergen son las neo-populistas que gobiernan dicho período, ya para 1997 el sistema político y más que todo el sistema de partidos se organizaba y operaba de una manera muy pragmática antes que ideológica tanto así que la coalición formada en esta época es la más grande y controla absolutamente todo el Parlamento unificación lograda por seis partidos políticos, es de ésta manera que concluye el siglo XX y lo que empieza a suceder a inicios del siglo XXI es justamente un deterioro institucional político partidario por la forma en que se manejó los acuerdos y las gestiones gubernamentales, sería irracional negar que hubo avances en gestión pública, política, municipal, e inclusive diplomática, pero también se debe de reconocer lo que genera molestia en gran parte de la sociedad es el abuso y cuoteo del poder como también el prebendalismo casi sinvergüenza que propiciaron justamente los partidos políticos, velando más sus intereses particularistas antes que los intereses generales de la población en su conjunto.

Ya para el año 2002 la configuración para el nuevo gobierno tendrá diferentes competidores donde el total de partidos políticos que aspiran la silla presidencial son once, los lineamientos ideológicos retornan al escenario de la confrontación política, y esto produce una mayor fragmentación en el electorado lo cual también demuestra la inconformidad de la sociedad y las tensiones latentes que empezarán a emergen de una forma gradual a futuro, en materia ideológica ya no es sólo la confrontación entre izquierda y derecha, o los neo-populistas y conservadores, sino que apartir de éste período se agenda en la mentalidad social las reivindicaciones de una clase defenestrada del poder históricamente como son los indígenas-campesinos,y en materia discursiva es la lucha contra lo extranjero, lo colonial, lo globalizante, y la economía liberal que genera desigualdad entre la sociedad boliviana, temas que concebirán conflicto en lo sucesivo. Lo que pasa ya en los resultados generales del 2002 es precisamente un descontento con partidos que tenían o arrastraban gran caudal electoral, se percibe una desilusión con las corrientes neo-populistas que tenderán más a desaparecer y ser desplazadas del poder; la consolidación del nuevo gobierno encarnada en el MNR tendrá un difícil proceso ya que el segundo partido que obtuvo una mayoritaria representación en el congreso fue el Movimiento Al Socialismo(MAS) éste manejando un discurso altamente contestatario al sistema, al conservadurismo, a la democracia.

Con todo el escenario negativo el MNR asume la Presidencia acompañado del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) y posterior a ello la incorporación de la Nueva Fuerza Republicana (NFR) para tratar de dar estabilidad al sistema político, pese a todos los esfuerzos la crisis desatada el 2003 será una de las mayores turbulencias que soportará la sociedad boliviana, ya que terminará sacando de la Presidencia al candidato del MNR y provocando una sucesión constitucional del vicepresidente quien se declarara a-partidario, desligándose del MNR y tratando de gobernar sin partidos políticos, (algo muy inusual en un sistema democrático), esto por estar tan cuestionados y repudiados en ese momento, es así que la crisis continuara latente y no teniendo respaldo partidario éste no tendrá remedio más que renunciar y se provocará una serie de sucesiones constitucionales hasta llegar a un Presidente transitorio quien llame a elecciones para configurar el poder; Ya para las elecciones del 2005el escenario que se plantea es muy propicio para el MAS quien argumentando que no es un partido político y que no tiene antecedentes con el pasado provendalista asumirá la presidencia, mientras que una nueva organización política de características conservadoras compite con el MAS y es Poder Democrático y Social (PODEMOS) la tercera opción recae en Unidad Nacional (UN), un partido nuevo que se mantiene en ese lugar y que no repercute tanto al finalizar los resultados, mientras que los partidos tradicionales son los más afectados por la nueva concepción y mentalidad social; También se hace evidente que los caudillos están extintos y no existiendo un partido que pueda cohesionar a la sociedad, y que pueda consolidar un proyecto de unificación y presencia nacional se llega a una nueva elección hablando ya del período 2009 donde el que monopolizala tendencia al voto es el MAS, su contrario que era PODEMOS tiende a desaparecer y nace una nueva oposición denominada CONVERGENCIA, pero que tampoco logra adeptos en la sociedad por muchísimas razones y no consolida su objetivo(PRESIDENCIA), y sólo queda el MAS que habiendo realizado una serie de hechos en su gestión (hechos positivos y negativos) actuando éste de gobierno y por el otro lado no existiendo alternativas coherentes y congruentes con un buen planteamiento de propuestas hacia la sociedad por parte de algún partido político u organización, agrupación, el MAS vuelve a consolidarse con la Presidencia de la República, por cierto estatus que es cambiado al asumir su nueva gestión por el de Estado Plurinacional…. , extinguiendo a la República y empezando una lógica muy negativa con lo que concierne al sistema democrático.

Ahora bien después de haber visto una minuciosa reseña de la historia política partidaria de nuestro país, se hace necesario plantear la construcción de alternativas político partidarias que hoy por hoy parecerían estar ausentes de nuestro escenario como de la misma coyuntura, si bien en época de elecciones surgen varios mini-partidos, y la proliferación de agrupaciones ciudadanas es bastante amplia pero inefectiva a la hora de definir las tendencias, es necesario volver a reconstruir el sistema de partidos, obviamente la propuesta parecería ser apurada para algunos o tal vez irracional para otros ya que aún existe miedo al hablar de partido político por la fama que se le otorgó, pero en realidad se hace necesario a la hora de consolidar proyectos de unificación y de alcance nacional, ya que las agrupaciones ciudadanas lo único que han hecho es reflejar demandas muy localistas o particularistas de cada lugar, y esto crea una dispersión tanto del voto como de pensamiento lo cual también provoca una división cuando se trata de construir planteamientos serios y propuestas de largo alcance, por otra parte está la de promocionar nuevos liderazgos que penetren la mentalidad conservadora de la sociedad, y volver a creer en fomentar el diálogo, propiciar el consenso y tener buena lectura de la realidad de nuestro país, sólo el multipartidismo volverá a poner límites a la concentración irrestricta del poder en manos de unos cuantos, se ha visto por demás que cuando el poder se concentra en uno solo empieza una lógica de arbitrariedad, prepotencia y de sentimiento de perpetuidad incuestionable (lógica que por cierto es repudiable y fuera de contexto para el nuevo siglo en el cual vivimos). ¿Por qué volver a creer o apostar por el multipartidismo? Porque somos un país tan diverso en toda una infinidad de cuestiones donde tratar de aglutinar esas diferencias en una o dos opciones sería muy irracional, se tiene que tener presente que no se trata de volver al pasado ni al cuoteo partidario como sucedió anteriormente y que tanto daño le hizo al Estado, es necesario porque la necesidad de nuevas opciones es evidente, y también porque existen nuevas generaciones a las cuales no les interesa la "revolución"que significa sangre y muerte, sino que la forma más pacífica de solucionar nuestros problemas y diferencias es el dialogo y por ende el sistema democrático que hoy por hoy se encuentra muy dañado, sólo si se vuelve a creer volverá a nacer una esperanza sino hay que morir en ese intento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario