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La premura, mala palabra en tiempos de cambio, contrasta con la prisa de algunos por cometer un matricidio de lesa ecología en uno de los pocos reservorios de vida y corazón de un nuevo Estado. Dura pelea de quienes con premura queremos preservar el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), contra la prisa de depredadores con discurso desarrollista. Como dice en Extinciones de Mario Benedetti "Habría por lo tanto que tapar con buena voluntad y con premura el agujero cada vez más grande en la capa de ozono y además, el infame boquete en la conciencia de los decididores".
Decididores que desde la perspectiva socioeconómica neoliberal ponen al Medio Ambiente en aprietos y condicionan el discurso mediático a la confrontación de unos cuantos indígenas contra los beneficios sagrados que nos brinda una carretera que parte en dos el alma de todos los bolivianos. Bolivianos, que a la hora de la verdad no contamos, nos invisibilizan, pues una autoridad de gobierno haciendo Lobby, nos dice que en el TIPNIS de tres grupos indígenas, dos están de acuerdo con la carretera, que se está haciendo la consulta pública y que no es vinculante. Que al fin de cuentas no nos metamos, que es un problema entre el Gobierno y los Indígenas del TIPNIS.
Ahora y en la hora debemos tomar en serio que las naciones son libres y gozan de autodeterminación, Moxeños, Yuracarés y Chimanes, dueños de tierra y territorio son libres de perder todo lo que tienen, pues, el desarrollo nunca será para ellos, en esta nueva forma de colonización, el más fuerte (el de la motosierra), el más capaz (el capitalista), el "cristiano" (ecoturista), el pionero (cocalero), el neoliberal (campesino), serán los beneficiarios de esta vena abierta en América Latina. Réquiem para las naciones originarias, réquiem para un nuevo Estado, réquiem para este planeta que ya no nos soporta y que nos mandará a la tumba con él.
Hay alternativas, no hay voluntad, es preferible ver a los árboles morir de pie, con sus pájaros y con todo, es preferible que el rugir de ríos y felinos se vaya lo más lejos posible, para escuchar el rugido de motores de autos, de luz y de motosierras, no habrá pescados, pero si una gran espina de casi 200 kilómetros que se irá ensanchando para dar paso a mercados de lo que se produce y lo que se producirá a lo largo de la vía. Sabiendo todo esto, ¿Es posible, según Carlos Romero, que esta sea una carretera de interés nacional?. ¿La CSUTCB o su dirigencia cuándo fueron empoderados para hablar en nombre de todos?.
Hay alternativas, no pongan al Medio Ambiente en aprietos, no maten también a los hijos de la Pachamama, lean y escuchen a Galeano. Nos dice que Dios en sus 10 mandamientos, olvidó mencionar a la naturaleza. Pero nuestra sagrada Constitución la honra. "Honrarás a la naturaleza de la que formas parte". Debería decir, pero no se le ocurrió. A nosotros sí. Hace cinco siglos, cuando América fue apresada por el mercado mundial, la civilización invasora confundió a la ecología con la idolatría. La comunión con la naturaleza era pecado. Y merecía castigo. Según las crónicas de la Conquista., los indios nómadas que usaban cortezas para vestirse jamás desollaban el tronco entero, para no aniquilar el árbol, y los indios sedentarios plantaban cultivos diversos y con períodos de descanso, para no cansar a la tierra. La civilización que venía a imponer los devastadores monocultivos de exportación no podía entender a las culturas integradas a la naturaleza, y las confundió con la vocación demoníaca o la ignorancia.
Vocación demoniaca e ignorante de quienes podrían preservar y prefieren depredar, el hombre y la cultura son parte del medio ambiente, se perderá ambiente y con la transculturación, desaparecerán culturas, hay alternativas, se necesitan carreteras para otros mercados con mayor urgencia, la falta de conciencia en el ser humano está afectando nuestro medio ambiente. En Réquiem por los arboles, que el título lo dice todo, podemos ver lo que pasaría si no paramos el daño que le estamos causando al medio ambiente. Perderíamos los árboles que son nuestra principal fuente de oxigeno y si perdemos los arboles, ¿cómo sobreviviríamos? ¿Cómo sobrevivirían los animales?
En conclusión, tenemos que despertar y darnos cuenta de que le estamos haciendo daño a nuestro hogar. El daño que le hacemos a nuestro planeta nos lo estamos haciendo a nosotros mismos. "Deja "un poco" de decorar tu dormitorio, de mirarte una y mil veces en el espejo, etc. Sal a la calle y mira como está todo... Pregúntate: ¿Qué pasará cuando se contaminen nuestras reservas naturales, los campos, el agua, el aire, nuestros animales, nuestros niños? ¿Qué te contamina? ¿Se puede ser responsable cuando los políticos-empresarios del mundo, con sus medios de comunicación masiva, nos distraen con todos sus entretenimientos baratos?".
¿Será entretenido que recién hoy nos enteremos que la hidroeléctricas del Brasil, van a causar profundos daños ambientales a nuestro territorio que es parte también de ese ecosistema frágil de nuestra Amazonía. "Para la civilización desarrollista, la naturaleza era una bestia feroz que había que domar y castigar para que funcionara como una máquina, puesta a nuestro servicio desde siempre y para siempre. La naturaleza, que era eterna, nos debía esclavitud. Muy recientemente nos hemos enterado de que la naturaleza se cansa, como nosotros, sus hijos, y hemos sabido que, como nosotros, puede morir asesinada."
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