José Pastén Burgoa
pastenburgoa@hotmail.com
Parece que no hay relación alguna. Aparentemente este deporte automovilístico nada tiene que ver con la inseguridad ciudadana. Será un extravio del escribidor o es que ya no hay materia gris para crear artículos subjetivos. No se trata de uno ni lo otro. Sencillamente esta caravana anual de marcas, vehículos, equipos y capitales están algo cerca de Bolivia pero su ruta está trazada por caminos argentinos, chilenos y peruanos.
A los participantes y sus organizadores les fascina el trazado del recorrido internacional y no han sufrido ningún trauma emocional al dejar tierras europeas y africanas y trasladar este gran circo de pernos, ruedas y volantes a este lugar llamado América…. ¡Cuando Dios hizo el edén pensó en América! palabras inmortales del malogrado Nino Bravo al exaltar la belleza natural de estos lares.
¿Pero qué posibilidades existen de que el 2013 por lo menos algunos tramos y rutas toquen suelos bolivianos? ¡Por qué razón algunos turistas quedan embelesados y echan anclas quedándose a vivir en Bolivia? ¡Que embrujo o encanto existe en ese trazado mortal del camino a los yungas? ¿Cómo es posible tocar los cielos nevados y a los pocos minutos descender al valle y luego al llano paradisiaco? ¿Son ciertas esas fotografías de un salar blanquecino con pájaros de largas patas y un cielo azul más limpio que político haciendo sus primeras armas?
Por supuesto que nosotros los bolivianos quisiéramos ser anfitriones en el proximo Rally porque si hay algo que nos caracteriza es nuestro cariño y apego a los visitantes turistas que se pasean por nuestra geografía, amén del costo de vida que para los extranjeros es prácticamente "todo un regalo". Esta carrera automovilística definitivamente tiene un poder de integración entre pueblos, ciudades y países pero además es una vitrina espectacular para la promoción turística. Bolivia es una sumatoria de belleza natural manifestada en diferentes escenarios, muchos de ellos salidos de cuentos de hadas y escenarios del celuloide.
La inseguridad jurídica, abominable expresión recurrente puede convertirse en el enemigo del Rally parís Dakar ya que siempre estamos en el ojo de la tormenta de la prensa mundial mostrando a una Bolivia convulsionada por paros, marchas, caminatas de protesta, y que se puede esperar si es que deseamos inversiones de capital externo. ¿Qué confianza o garantía podemos brindarles ante inversiones cuantiosas a mediano plazo? Una prueba cercana es la situación jurídica de la empresa de la India Jindal que una y mil veces se ha debido cuestionar su presencia en la explotación del Mutún. Redondeando la idea del presente artículo, las autoridades nacionales y todos los movimientos no solo sociales debemos tratar de frenar nuestros impulsos de confrontación y preparar un escenario adecuado acorde a una prueba internacional donde podamos atraer a los organizadores de este evento y re editar cada año con el consiguiente incremento de más rutas por Bolivia.
Por lo pronto conformémonos con las imágenes de Tv por cable, a nuestros deportistas bolivianos intrépidos y valerosos y soñemos en que el próximo Rally Paris Dakar tendrá un saborcito boliviano. Creo que nos merecemos esto y algo más.
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