Rodney Pereira
erpereiram@yahoo.es
No se puede desconocer que la demanda agregada juega un papel importante en la explicación del crecimiento económico de un país, sobre este tema en las últimas semanas se han presentado opiniones sobre el efecto de la demanda interna y externa en el comportamiento del PIB durante los últimos años, en este contexto y recurriendo a cifras oficiales se presenta un breve un breve análisis sobre la influencia de estas dos variables en el crecimiento del producto.
Como referencia, la demanda agregada final de un país es la suma de todas las compras (gastos) de bienes y servicios finales que realizan tanto los distintos agentes económicos residentes en Bolivia como los del resto del mundo. Los gastos de los agentes económicos residentes constituyen la demanda interna (también conocida como absorción) y está compuesta por el gasto de consumo de los hogares, de la administración pública y por los gastos atribuibles a la inversión, esta demanda se cubre con bienes y servicios finales de producción nacional y con bienes importados. Por su parte las compras que realizan los residentes del resto del mundo de bienes nacionales son las exportaciones y constituyen la demanda externa.
En base a la información de las cuentas nacionales elaboradas por el INE se observa que en el periodo 2005 – 2010 (últimas cifras disponibles) la demanda interna en términos reales creció en promedio anual al 4.9% crecimiento que se explica en un 63.5% por la dinámica y participación del consumo de los hogares, le siguieron en orden de importancia la inversión que aportó con el 28.2 % al crecimiento y el gasto de consumo final de las administración pública con el 8.3%. En conjunto la demanda interna en promedio para el periodo representó el 70.1% de la demanda agregada total. De los componentes de la demanda interna fue la inversión la que observó la mayor volatilidad con tasas de crecimiento que llegaron al 29.3% (2008) y caídas del -5.1% (2006) lo cual determinó un crecimiento promedio anual del 8.7% que fue el más alto con relación a los otros componentes, sin embargo su menor participación en la demanda interna determinó una menor incidencia en el crecimiento de esta variable. Por su parte el consumo de los hogares y el gasto de las administración pública tuvieron un comportamiento más estable con una variación alrededor de la media de la tasa de crecimiento del 15% para el consumo y 8.8% para el gasto de las administraciones públicas.
En el caso de la demanda externa durante los cinco años su crecimiento promedio anual en términos reales fue del 2.8%, promedio que no es representativo de su comportamiento dada la alta volatilidad observada en el periodo , las variaciones de las exportaciones estuvieron por encima del 260% respecto a la media del crecimiento anual , así mientras en los años 2005, 2006 y 2010 se observaron tasas de crecimiento por encima del 8%, en el 2009 se presentó una reducción de -10.8% y en los restantes años el crecimiento no sobrepasó el 3.1%. Este comportamiento determinó que en promedio anual la demanda externa represente 29.9% de la demanda agregada total.
A partir de estas referencias es posible descomponer el crecimiento del producto entre el destinado al mercado interno y al externo. En el periodo 2005 -2010 el crecimiento promedio del PIB en términos reales fue de 4.6%, por su parte la demanda interna de bienes nacionales creció al 5.5% y absorbió el 66.4% del producto mientras que la demanda externa creció en promedio anual al 2.8% destinándose el 33.6% del PIB a las exportaciones. Este comportamiento implicó que en promedio el 79% del crecimiento (3.6 puntos porcentuales) del PIB se explique por la dinámica de la demanda interna y el restante 21% (1 punto porcentual) por la demanda externa. Se debe considerar que si bien es destacable el incremento del producto destinado a cubrir las necesidades del mercado interno sin embargo su crecimiento no fue suficiente para atender a toda la demanda interna la cual tuvo que cubrirse con importaciones las mismas que crecieron en promedio al 3.7% y representaron el 32.3% de la demanda interna.
Cabe mencionar que si bien los promedios nos proporcionan una tendencia se observa que en los distintos años del período el impulso de la demanda interna y externa fue diferenciado, así entre los años 2007 al 2009 fue la demanda interna la que explico la mayor parte del crecimiento del PIB mientras que en el 2005,2006 y 2010 fue la demanda externa la que tuvo un mayor aporte al crecimiento. Datos estimados para el 2011 muestran un crecimiento del PIB del 5.1% explicado en un 88.2% (4.5 puntos porcentuales del crecimiento) por la demanda interna y en un 11.8% (0.6 puntos porcentuales) por la demanda externa.
En términos nominales, en dólares corrientes, de acuerdo a la última información del INE se observa que para el 2010 la demanda agregada final fue de 26.2 mil millones de dólares correspondiendo el 69% a la demanda interna y el 31% a la externa, lo cual permite una aproximación al tamaño del mercado interno de 18.2 mil millones de dólares (demanda interna final), en este ámbito se destaca el consumo de los hogares que representó el 67% de la demanda interna, la inversión el 18% y el gasto de consumo de las administraciones públicas el 15%.
La producción interna (PIB) alcanzó 19.5 mil millones de dólares de los cuales 11.5 mil millones (59%) se destinaron a cubrir la demanda interna y 8 mil millones (41%) a cubrir la demanda externa (exportaciones) observándose una brecha entre la producción nacional destinada al mercado interno y la demanda interna que fue cubierta con importaciones por un valor de 6.7 mil millones de dólares que representaron el 37% de la demanda interna. Estimaciones preliminares del PIB para el 2011 muestran un nivel de 22 mil millones de dólares de los que 13 mil millones se destinaron al mercado interno y 9 mil millones hacia las exportaciones.
Este conjunto de resultados se pueden calificar como positivos para el país, contar con un mercado interno más amplio constituye siempre un aliciente para promover una mayor producción más aun cuando se observa que una tercera parte de la demanda interna se cubre con importaciones de las que alrededor del 20% constituyen bienes de consumo que pueden ser sustituidos con producción doméstica, asimismo un mercado interno en expansión permite una menor vulnerabilidad de factores adversos de la economía internacional. Sin embargo no debe descuidarse la demanda externa dado que constituye un factor importante para captar recursos que incrementan el ingreso nacional lo cual permite a su vez potenciar la demanda interna generando un circuito que puede tener amplios beneficios siempre y cuando estos incrementos sean absorbidos en gran parte por la producción nacional.
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