viernes, 22 de junio de 2012

VAYA LIO

Julio Aliaga Lairana
JulioAliagaL@gmail.com

La oposición democrática en Bolivia, si quiere ser consecuente con su rechazo a lo que ha denominado golpe institucional contra los gobernadores departamentales, Leopoldo Fernandez en Pando, Cossio en Tarija o Suárez en el Beni, no puede apoyar ni justificar, en ningún caso, la destitución del Presidente Lugo en el Paraguay, que siguió el mismo camino.

Al revés, el Gobierno boliviano, etnonacionalista y autoritario, que impulsó y reconoció la destitución de facto de los gobernadores y alcaldes de la oposición, utilizando maniobras arteras pero eficaces, no puede defender a Lugo, que fue destituido también bajo el imperio de las leyes paraguayas.



2 comentarios:

  1. La única cosa con la que se debe ser consecuente en con la legalidad democrática. Hay que recordar que el legislativo es (en Paraguay y también aqui) un órgano electo y que por lo tanto es tan legítimo y tan democrático como lo es el Presidente. Puede gustar o no que hayan destituido a Lugo, pero si lo han hecho legalmente, siguiendo la constitución y las normas, no cabe estar de acuerdo o en desacuerdo.

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  2. Oswaldo Roca Añez25/6/12, 22:32

    Una gran diferencia. Los senadores son representantes electos del pueblo, a diferencia de fiscales puestos a dedo.

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