jueves, 1 de agosto de 2013

RE: EDUCAR PARA NO ABORTAR. ABORTAR PARA NO MORIR.

Jenny Ybarnegaray Ortiz
jenny_ybar@yahoo.com

Ronald: En medio de este debate tan apasionado como irracional, escucho muy pocas voces masculinas sensatas ¡Bien, te felicito!

Si no es para condenar, hablan (o escriben) para dictarnos qué, cómo dónde y cuándo hacer lo que nos mandan a hacer/decir/pensar/sentir, como si alguna vez hubiesen sentido dolor de ovarios o la angustia de que "no me bajó la menstruación y ¿ahora qué hago?"...

Estamos en una "ola alta" de un viejo, viejísimo debate que de vez en cuando vuelve a la agenda mediática para provocar que "se desaten todos los demonios" (http://www.erbol.com.bo/opinion/quien_corresponda/y_se_desataron_los_demonios). No me cabe duda de que en pocas semanas, o quizás días, la ola bajará al ras del "no pasa nada". No me sorprendería en absoluto que el TCP declare "improcedente" la demanda de inconstitucionalidad presentada por la diputada Mancilla, apelando a cualesquier subterfugio legalista que, en realidad, esconda presiones de diestra y siniestra. Un fallo "procedente" sí que sería una ¡gran/grata sorpresa!

Sin embargo y no obstante, es bueno saber que no habitamos una sociedad homogénea, que existimos mujeres y hombres que entendemos que las mujeres no necesitamos la tutela patriarcal de nadie, ni de los curas, ni de los jueces, ni de los/las legisladores, ni de los maridos/novios/conyuges/compañeros/aminovios permanentes o eventuales, ¡¡de nadie!! para saber qué es lo que queremos hacer con nuestras vidas, ya que tenemos el absoluto derecho de decidir sobre nuestros cuerpos.

Saludos.

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