miércoles, 16 de octubre de 2013

ALEGATO POR LA UNIDAD

Eduardo Campos Velasco
Asambleísta Departamental - UN
eduardocamposdc@yahoo.es

Después del infame y premeditado linchamiento judicial de José María Bakovic, qué duda puede haber sobre la voluntad y decisión del los autoritarios para imponer sus designios? Lo sucedido, supera acciones persecutoria o represiva del pasado que - producto siempre de la angurria de poder - implementaron dictadorzuelos y tiranos. Estamos ante la aplicación de un nuevo método (por lo menos en Bolivia) para acabar con cualquier atisbo de resistencia o crítica a los designios del pensamiento único que pretenden imponer. Es el manejo calculado y sistemático de varios instrumentos y medios – en este caso fundamentalmente judiciales, pero no los únicos – no sólo para derrotar físicamente al adversario, sino y sobre todo, para causar terror en los demás que se atrevan a disentir o contradecir.

Cómo explicar que 76 causas judiciales converjan en una sola persona?, ni a los dictadores se les abrieron tantas causas; quien se ocupó, premeditadamente para que la "ráfaga" de juicios se activen?, no vayan a creer que esos 76 procesos se produjeron por pura casualidad o peor aún, por el eficiente trabajo de los órganos de justicia en la persecución contra el delito. Está por demás claro que alguien tuvo que "ordenar" que eso suceda; que se instauren, uno a uno, los 76 procesos judiciales en contra de José María Bakovic, hasta lograr – lamentablemente - el efecto que se produjo hace pocos días.

Los que planificaron todo esto, bien sabían que el "castigo" no era la cárcel, sino los efectos de esa parafernalia de trámites y sobresaltos que implican – para cualquier persona - estar sometido a procesos judiciales en Bolivia. Sabían del estado de salud de Bakovic, sabían de la edad que tenía (74 años, 2 menos que el número de procesos) sólo era cuestión de esperar que la abrumadora presión que significa atender 76 demandas judiciales, provoque sus efectos.

Lamentablemente para José María Bakovic y su familia, no hubo otro remedio que enfrentar la situación y, también lamentablemente para los ciudadanos e instituciones de este país, particularmente las que tiene voz y voto, por no haber hecho lo suficiente para impedir que se imponga ese linchamiento judicial. Atemorizados, perseguidos, otros incluso desentendidos, todos asistimos pasivamente a ese largo proceso de persecución judicial que comenzó el 2006 y acabo hace pocos días. Hace 8 años que se persigue a Bakovic y a tantos otros; todos ellos, enjuiciados políticos, cada uno, con decenas de procesos, mismos que en una gran mayoría, no tiene sustento alguno.

En ese contexto, que supera el particular y lamentable deceso de Bakovic, debiéramos entender lo que se perfila para el futuro. No se trata entonces de un suceso aislado e inconexo de todo lo que viene sucediendo en el país; es más bien, la prueba de que nos enfrentamos a una verdadera conspiración para someter a los bolivianos. Se trata de la consolidación del pensamiento único y la concentración del poder en pocas manos; escenario que – por lo menos para las fuerzas democráticas del país (indistintamente sean de izquierda o derecha) – debiera ser suficiente motivo para que su accionar esté dirigido a impedir que finalmente se consolide el estado totalitario. Esa es la dimensión del reto actual y bajo esa constatación debieran definir su accionar.

La sociedad boliviana, requiere con urgencia que las fuerzas políticas democráticas del país, articulen su accionar para convertirse en una alternativa que le ponga fin a todo lo que está sucediendo. Los bolivian@s requieren visualizar a la brevedad posible, la conformación de una alternativa unitaria, con posibilidad de éxito electoral para el 2014 y 2015. Claramente, no es suficiente que las fuerzas políticas de oposición ensayen soluciones aisladas y fragmentadas; es indispensable para generar certidumbre en la gran mayoría de ciudadan@s, mostrarles la fortaleza y viabilidad de una alternativa, programática, patriótica, coherente y unitaria. De esa articulación - que implica renunciamientos y claridad en el analizas de situación por la que atraviesa el país - depende que los bolivian@s, superen los niveles de miedo y amedrentamiento a los que están sometidos y tengan la confianza en que las cosas pueden cambiar. De lo contrario, si las fuerzas democráticas se dispersan, como lamentablemente está sucediendo hasta el momento, los hombres y mujeres de éste país, advertirán que las políticas del terror son más fuertes y que no les queda otra cosa que ser funcionales al poder.

Las sociedades, en determinados momentos llegan a un punto en el que se sienten fuertes para cambiar el rumbo de los acontecimientos o por el contrario, se someten al invencible poder. Ese es el punto neurálgico entre el estado democrático que una gran mayoría de los bolivian@s aspiran tener y el estado totalitario que están a punto de consolidar. La diferencia, la hacen los que conducen, los que dirigen, los que tiene la responsabilidad de superar sus intereses particulares y en algunos casos hasta mezquinos, para sumarse a un objetivo superior, que en caso de Bolivia, representa recuperar la democracia y el estado de derecho que cotidianamente vemos que se está perdiendo.

La ineficiencia, la corrupción y el autoritarismo, sólo podrán ser derrotados por una gran acción concertada de las fuerzas democráticas que le entreguen a los bolivian@s una alternativa coherente y con posibilidad de éxito. Que la infausta muerte de José María Bakovic, inspire a las fuerzas políticas democráticas del país para que tengan la grandeza de estar a la altura de los acontecimientos. #2014NoMas, Bolivia tiene futuro!!!

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