sábado, 24 de mayo de 2014

CUAN LEJOS ESTAS EDUCACION DE CALIDAD


Juan Gonzalo Rodriguez Amurrio

A mediados de este mes de mayo, la prensa destacó el inicio del ensamblaje de computadoras en el país, como iniciativa gubernamental destinada a dotar dichos equipos, en forma gratuita, a los bachilleres de esta y las próximas gestiones. Se trata, sin duda, de un expectable "regalo", pero por ello mismo inconexo de políticas públicas que, en forma seria, resulten parte del tránsito del país hacia esa educación de calidad que se necesita.

Hace una elección nacional atrás, se hizo similar entrega al conjunto de profesores/as del sistema de educación pública. Ya entonces no hubo duda que fuera parte de una simple estrategia electoral, antes que de un plan de cualificación, diversificación e innovación real y masiva de las estrategias de educación en el aula. Y los hechos así lo confirman.

Es cierto que tales herramientas han facilitado, o incrementado según versión del docentado, las labores administrativas de educación, como el elaborar más y más informes por parte de cada profesor/a. Pero sobre el uso de computadoras en procesos de enseñanza-aprendizaje propiamente dichos, se tiene escasísimas referencias y las excepciones son iniciativas de algunos docentes de avanzada, antes que del Ministerio de Educación o de las Direcciones Distritales en cada departamento.

Basta escuchar, en reiteradas ocasiones, la idea que las autoridades educativas tienen sobre el potencial de estas herramientas. Hablan del manejo de procesadores de palabras u hojas de cálculo, como si fueran lo máximo que se puede lograr con una computadora, cual si fuesen simples máquinas de escribir eléctricas o calculadoras poderosas.

Parecen ignorar que, en la actualidad, entre los mayores potenciales de tales herramientas está la capacidad de interconexión con el mundo. No comprenden que uno de los mayores valores de uso de tales equipos está en su conectividad a la Internet y a través de ella en su rol de ventana al mundo, de ventana al conocimiento.

¿Cuánto se ha capacitado al docentado para navegar en ese mundo de información cuyo flujo día a día crece a través de la Internet? Lamentablemente hasta hoy el Programa de Formación Continua (PROFOCOM) del Ministerio de Educación, no ha puesto en práctica módulo alguno, ni siquiera respecto a perfeccionar el manejo de procesadores de texto u hojas de cálculo, que las y los docentes por su cuenta hayan podido aprender.

Por su parte, las nuevas generaciones de estudiantes, a partir de su acceso a celulares cada vez de mayor potencial, a computadoras en sus domicilios o en café internet, sobre todo en las ciudades, en promedio tienen mayor dominio que los docentes que debieran conducir su aprendizaje. Ello podría quedar en el anecdotario, pero el asunto es muy serio.

Las y los docentes del nivel secundario, han perdido liderazgo frente a sus alumnos. Sus estudiantes están ingresando cada vez más en la tendencia de escuchar las clases como quien oye llover. Se saben privilegiados porque pueden acceder a otras fuentes de información, al extremo que sus relaciones de amistad en medida significativa tienen lugar a través del Facebook. Están desmotivados por las tradicionales formas de enseñanza.

Sus mentes cultivadas con medios audiovisuales (televisión, celular, computadora) se bloquean y resienten ante exposiciones monótonas. Su rendimiento en promedio ha caído en los últimos años y cada profesor/a siente y vive con angustia tal resultado inesperado. Pero el tema no se aborda en su real dimensión causal, peor aún si las autoridades educativas tienen limitada visión sobre el potencial de una computadora.

Bajo tal contexto el "regalo" solo llega a responder a una intencionalidad: la campaña electoral gubernamental. Cuán lejos estás aún educación de calidad.

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