ADIOS HERMANO
Por: Carlos Tony Sánchez
Acaba de dejar nuestro suelo patrio, Francisco, quien trabaja como Papa, allá en Roma y por el mundo. Como muchos, tengo una sensación de tristeza por su despedida. He seguido con atención sus mensajes en las distintas ocasiones que intervino. No ha dejado de sorprenderme, su franqueza y humildad. Pedir el perdón a los pueblos originarios por la barbarie cometida contra ellos en siglos pasados en nuestra América, requiere de convicciones sólidas en la fe cristiana. Es un hecho liberador y el fruto de esto, será muy bueno y abundante.
Hoy en cárcel de Palmasola , me conmovió profundamente su declaración de que quien tenían enfrente (los presos) era alguien que como ellos necesitaba el perdón de Dios, que él era alguien perdonado, salvado por Jesucristo. Conminó a no creerle ni seguirle al diablo (ese inmundo que gusta de las contiendas). El mensaje fue tan breve como certero.
Su visita sin lugar a dudas, ha sido reconfortante para millones de católicos. En cuanto a mí, que no lo soy, me ha sido particularmente esclarecedora, deberé reflexionar sobre muchos aspectos.
El Papa Francisco, no se cansó de pedir rezos por él. Pues así lo haré, rogaré a Dios mi Padre por él, pues cosa difícil se le ha puesto en sus manos. Mantener la cordura y humildad, frente a tanta idolatría y veneración, frente a aquello que no vemos ni sabemos de los corrillos del Vaticano ….debe ser cosa harto complicada…entre otros muchos otros peligros latentes.
Predicar el evangelio, recostado en una cama de marfil….no es de Francisco, predicar a Cristo verazmente – como lo hizo en Bolivia – me ratifica que el Dios a quien sirvo, es el Dios cuyos caminos son inescrutables y cuyos juicios son insondables. Ese Dios, que hace y usa según su voluntad, para bendecir a los hombres.
Que tengas un buen viaje, hermano Francisco. Que Dios el Omnipotente, siga usando tu vida y te guarde hasta el día del retorno glorioso de su Hijo, Jesucristo.
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