miércoles, 11 de marzo de 2009

EL NEO-COLONIALISMO EN MARCHA....

Alejo Cespedes
alejo.cespedes@hotmail.com

Querer teorizar sobre un acto de vandalismo y barbarie como el ataque y amago de linchamiento de la familia Cárdenas es un ejercicio futil e inútil. Lo que aconteció , presumen los parlamentarios, fue una instrucción del Viceministro Sacha Llorenti, en nombre de instancias superiores al Cruz Alarcón, cabecilla de turno de la comunidad de Huatajata, junto a muchas latas de alcohol y billetes para los gastos. Esto es lo que habitualmente se hace últimamente, incluso usando pandillas de ganapanes en la Plaza Murillo.

Querer buscar explicaciones sociològicas y no zoológicas es grave error.

Lo que me preocupa es que se inició un incontenible espiral de violencia. La naturaleza humana favorece la ley del Talìón, ojo por ojo, diente por diente. Ya circula por internet la ubicación de la casa de Sacha Llorenti. Con que objeto ?

Aguardar el momento oportuno para actuar en consecuencia...

Debemos condenar el asalto perpetrado, pero tambien la planificación de las vendettas.

Hemos entrado a una etapa de neo-colonialismo, donde cholos sombríos incrustados en el MAS, manipulan a las hordas indígenas enviandolas contra sus adversarios. Es decir han creado colectividades enteras de nuevos pongos, dóciles y cobardes individualmente y desalmados cuando actúan en cuadrilla. La impotencia ante esos ataques, necesariamente creará anti-cuerpos naturales de auto-defensa, como en Colombia o en Guatemala y las revanchas clandestinas no se dejarán esperar. Caerán víctimas inocentes de uno y otro bando y así perderemos todos.

Otro nivel que el Gobierno ha provocado es la desconfianza en el respeto a la propiedad privada. Los propietarios grandes y pequeños ya no creen en las garantías constitucionales. Si eso le hicieron a un ex Vicepresidente, todos los ciudadanos de a pie, con mayor razón, corremos peligro, dicen. En año electoral eso es grave....

Como diría alguién: el asalto a la casa de Cárdenas, más que un crímen, fue un grueso error.

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