jueves, 5 de marzo de 2009

Generando desempleo

Hernán Zeballos H
hernanzeballos@yahoo.com

La política nacional, particularmente en los últimos dos años, parece dirigida a acentuar el desempleo, a reducir las actividades formales que son las que generan empleo de mejor calidad y mayor remuneración.

Primero, fue la controversia con la Comunidad Andina de Naciones (CAN), donde sin mayor problema se dejó pasar la Resolución 669 que permitió a Perú. Colombia y Ecuador abrir sus mercados, desprotegiendo ciertas áreas productivas, en el caso nuestro particularmente oleaginosas, frente a los mercados norteamericano y europeo. Se hicieron acciones tardías, aunque Colombia ofreció algunas seguridades para hacer posible la continuidad de nuestras exportaciones con ventajas arancelarias a ese país.

A continuación la serie de ataques a los Estados Unidos, uno de nuestros principales mercados con relación al ATPDA, complementado con exigencia de visa a los norteamericanos que vienen a Bolivia, posterior expulsión del Embajador Goldberg, y expulsión de la DEA, a título de dignidad se deja expuesto al país, en un área tan delicada como el tema del narcotráfico. El resultado empieza a sentirse, los productores del Alto, denuncian despidos, amenazas de las consabidas marchas y bloqueos, para que haya un cambio de actitud que permita recuperar este importante mercado para la producción de textiles, joyería y maderas. Ahora que la crisis internacional afecta a los mayores productores del mundo, USA, China, los países de la UE, uno de cuyos principales mercados es el norteamericano, sin duda les viene bien que un país, aunque de economía reducidísima, esté dispuesto a perder este espacio comercial.

La siguiente arremetida ha sido contra la Unión Europea, cuestionando las decisiones de Perú, Ecuador y Colombia -nuevamente-para negociar tratados bilaterales de comercio, exigiendo que sea en bloque, pero, he aquí el pero, tratando de imponer la exigencia boliviana. ¡Es admirable! Somos una pulga en el concierto internacional, pero por una bonanza transitoria nos sentimos una potencia comercial que puede imponer sus condiciones a la Unión Europea y a nuestros vecinos que, a su vez, están desarrollando políticas inteligentes que les permiten tasas de crecimiento mucho más alentadoras que las nuestras. En resumen, todos están equivocados menos nosotros. Sin embargo, el éxito de ellos es una medida de que algo no estamos haciendo bien.

Siguen las acciones. De un momento a otro se paran las importaciones de automotores. Algunos miles de personas que con mucho esfuerzo ahorran para hacerse un instrumento de trabajo, repentinamente, se enteran que no pueden ingresar al país sus vehículos porque la dispone una norma, supuestamente ambientalista. Las razones parecen ser otras.

Prosiguen otras acciones, todo parece indicar que -en contraste con lo anterior-se ampliará el permiso de importación para ropa usada. Miles de pequeños talleres de manufacturas que producen reclaman, porque se cierra otra oportunidad de empleo digno. Parece que es mejor vestir ropa de marca, aunque sea usada, y no dar empleo para vestirnos con prendas producidas por manos bolivianas. Bueno, la burocracia superior cada vez más elegante, puede acudir a las diseñadoras de nivel internacional, para hacer el contraste con el resto de los pobres bolivianos o bolivianos pobres.

Para remate, por disposición de la nueva CPE, aunque algunos artículos son contradictorios en esta materia, las Superintendencias del SIRESE, SIRENARE, Empresas y Civil se encuentran en proceso de cierre. Pobre clase media, sin trabajo, sin oportunidades de emigrar frente a la crisis internacional que torna a los países desarrollados en xenófobos. Parece que una gran mayoría pasará a vivir de la dádiva del OGRO FILANTRÓPICO, sustentada por menos recursos frente a la caída de los precios de las materias primas. Un futuro ¡aterrador! ¿Queremos eso?.

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