Reinvindicando la democracia

Walter Nunez Rodriguez
wnunezr@hotmail.com

Deseo compartir con ustedes estos comentarios que no tienen otro propósito que el ejercitar mi inalienable derecho a la opinión y a someter ésta, al debate en este ya casi insustituible escenario público que es el AulaLibre:

En vez de insultar a los miembros del Parlamento, como lo han hecho Evo, Garcia Linera y los otros dirigentes “sociales” del MAS movidos por la plata, la ciudadanía demócrata felicita la actitud de los legisladores (para no pecar de ingrato, de todos, hasta de los infames levanta manos como con satisfacción la de los congresistas pensantes) quienes luego de concertar, negociar, insultarse, etc. han facilitado al soberano una Ley Electoral que más o menos ofrece la posibilidad de que las elecciones venideras serán "relativamente" limpias y la derrota de unos o la victoria de otros, será nomás el resultado de la compulsa ciudadana amén del prebendalismo y la compra de conciencias "tradicionales". Hay prácticas que tardaremos mucho en olvidar, lamentablemente.

Evo y el individuo éste que es el vicepresidente, creen que nos han hecho un favor y que más bien han sacrificado sus más íntimos y profundos deseos autoritarios y despóticos al haber “permitido” que se apruebe este instrumento. Ninguno de estos sujetos tiene la grandeza de reflejar y admitir que la ley electoral fue finalmente el resultado de un proceso de concertación genuino, complejo, duro, pero mal que les pese, válido.

Se ha develado en las pasadas horas que el MAS pretendía de verdad cerrar el Congreso, asestando un golpe de Estado a la democracia boliviana y a partir de ello, gobernar al impulso del hígado de Evo y de los movimientos sociales. Anarquía, corrupción y autoritarismo clarísimos. Dizque las FFAA pararon esta reprochable como criminal acción.

Si lo del cierre del Parlamento es cierto y también real la conducta de los militares más el re-empadronamiento contemplado en la Ley Electoral, Evo debe estar casi seguro de que el 6 de diciembre del 2009 será su tumba política y al cabo de la cual, tal cual pesadilla hecha realidad, se despertará en una playa de la Isla Margarita, bebiéndose unos traguitos del mismo nombre y acompañado por un séquito de acompañantes, pues lo que era su casi segura aunque trucha egura re-elección, hoy el panorama ya no es el mismo.

Lo de anticipar su candidatura e insistir en alcanzar el 70% es honestamente hablando, la reacción de quienes han perdido totalmente noción de la realidad y que aún creen que tienen el monopolio del afecto ciudadano. Que existe un voto durísimo a favor de Evo es indudable y es de necios no reconocerlo, pero ahora ya son muchos, pero muchos quienes ven en los actuales gobernantes, la re-encarnación de lo peor de lo peor que hemos tenido como gobernantes: Corruptos, incapaces y mentirosos, a lo que hay que agregar las conductas viciosas, inmorales, el odio con el cual se conducen, las imposturas con la cual gobiernan y la enorme como ofensiva dependencia intelectual y económica al sátrapa venezolano.

Importantes sectores antes aliados, hoy ya se han desayunado con el manejo que el MAS ha hecho de sus legítimas aunque absurdas demandas políticas; ahí tenemos al CIDOB y al CONAMAQ que juraron y se vendieron a que Evo se jugaría hasta las últimas consecuencias por asegurarles asambleístas casi con nombre y apellido. Pidieron 36, 28, etc. diputados, pero les salió pele, pues hoy tienen solo 7. Estos son pocos o muchos, cada uno juzgará, pero que el MAS los mamó, eso queda clarísimo. A don Evo le interesaba solamente su re-elección. Y lo de la alternancia de género en todos los cargos electivos del “estado plurinacional” eso solo era hasta cierto punto, menos para las dos primeras magistraturas; de lo contrario, garcia linera era en este momento historia y alimento para los chanchos.

Igual de reprochables son las conductas de los personajes de la oposición que hoy se presentan como posibles candidatos. Esta conducta raya en lo patológicamente criminal, pues si existe hoy un imperativo histórico es la obligación moral y ciudadana de estos individuos de apostar por generar una candidatura que haga frente a Evo y que la misma sea el producto de una visión, de un proyecto, de una sumatoria de voluntades que nos reconduzcan por el camino de la esperanza y la certitud.

Algunos prefectos de la media luna han salido con esta sana como lógica posición y más allá del derecho que los asiste a postularse, están haciendo la lectura precisa del momento: Hay que unir la causa nacional de la unidad, la causa del respeto al ciudadano, la causa de la democracia, la causa de la verdad, de la transparencia. En síntesis, la causa no del racismo odiador y de la venganza, sino la causa de la integración boliviana y la construcción de una patria próspera donde todos tengan derechos y responsabilidades.

Reniego profunda como abiertamente de estos pre-candidatos de la oposición que se creen e insisten en su capacidad para gobernarnos, cuando lo que hoy se requiere es que ellos renuncien a sus más íntimos deseos y más bien se pongan a trabajar en la búsqueda del ciudadano o ciudadana que haga que el 6 de diciembre, Evo y todo este desastre queden atrás en la historia. Es tan grande su mezquindad como enorme su ineptitud política.

Y termino. La compra de los sistemas para el re-empadronamiento hay noticias de que se hará a empresas venezolanas. Si no pueden jodernos por un lado, encuentran delincuencial como arteramente hacerlo por el otro. Es por ello que José Luís Exeni debe irse cuanto antes de la Corte Nacional Electoral. La Ley Electoral promulgada el día de ayer no sirve para un carajo con un individuo como el mencionado al frente del árbitro electoral. Es que han puesto al gato de cuidador de los ratones. Y esta mi prédica no tiene nada que ver con las demandas de la oposición, es solamente coincidencia en torno a principios básicos. Cuanto extrañamos a Don Huascar, a Don Oscar y a tantos otros honorables ciudadanos que nos dejaron en su paso por la CNE, un legado de respeto profundo e irrenunciable al voto del ciudadano.

Saludos cordiales,
Walter Núñez