martes, 28 de julio de 2009

LA INDEFENSA CIUDADANÍA Y LA IRRESPONSABILIDAD COMPARTIDA DE NUESTRAS AUTORIDADES

Alejandro Colanzi Zeballos
diputadocolanzi@yahoo.es

Mientras la próxima pugna electoral repite actitudes y posturas tradicionales, en Santa Cruz sufrimos una debacle social a la que ninguna de nuestras autoridades le da la importancia mínima. Se discute un padrón electoral supuestamente sucio, que sin embargo es el mismo por el que senadores, diputados, alcaldes y prefectos han sido electos, clamor de limpieza que no mereció la renuncia de ninguno de los denunciantes, actitud que fuera la lógica. Es que el padrón sólo le interesa a la clase política: esa que toma a la democracia como fin para sí, sin entender que su objetivo es el ciudadano… que, claro, se encuentra abandonado.

El ciudadano vive en un estado de permanente indefensión ante la violencia salvaje y su impunidad ya común. Es que puede resultar osado, ¡si desde dentro de las instituciones responsables de velar por ello, se sacuden por taras propias!: compiten codo a codo con la delincuencia, son cómplices o la practican a mayor escala.

La salud es otra de las áreas que más inseguridad genera en nuestra ciudad. Por ejemplo, es alto el porcentaje registrado con casos de gripe A; en las narices de los "responsables" de combatirla hay fallecidos y contagiados. A cambio de eso, en nuestra ciudad un barbijo que antes de la pandemia costaba 0,5 Bs, llegó al valor de ¡Bs. 5!, sin existir absolutamente el control de ninguna autoridad ¡y con la declaratoria de pandemia! Exigir esto, claro, peca de osado.

La especulación es otra de nuestras "normas" de vida. No de otra manera se explica el descontrol de los precios de la canasta familiar. Las familias están libradas a la suerte del vendedor, para quien no existe control alguno. Demagógicamente se pretende controlar el precio del pasaje de los micros y nadie fiscaliza el descontrol en las tarifas de los taxis.

Por eso es posible afirmar que en nuestras autoridades, nacionales y locales prevalece una irresponsabilidad compartida en casi todos los males que dañan hoy a la sociedad cruceña (muy en particular, si se compara los índices de otras ciudades y departamentos). No hay política de salud, no hay crecimiento de ciudad (quizás todo lo contrario). No hay inversión en las provincias, el productor es el peor "pagado" dentro de la cadena "productiva".

Aliento a nuestra intelectualidad, nuestra juventud, tomen verdadera conciencia y clamo para que nuestras autoridades y dirigentes, trabajen específicamente para solucionar los problemas reales y menos los de interés político. Hay que construir la ideología de las necesidades.

Porque la democracia tiene como fin al ciudadano y no a la inversa. Y ese, entre muchos principios, es el que personalmente defiendo, ahora desde una iniciativa ciudadana que alienta profundizar el cambio y alentar un nuevo contrato social.

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