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Hay un consenso generalizado en la economía de que se debe impedir la inflación de precios de los bienes y servicios. Si la inflación de precios de los bienes y servicios es una enfermedad en la economía que se la debe combatir, ¿por qué no se aplica el mismo criterio cuando se trata de los precios de los activos financieros? Aun más, se sabe que su deflación es destructiva para toda la economía real.
No hay duda alguna que todo vendedor quisiera que el precio de lo que vende suba permanentemente, para de esta manera obtener mayores ganancias, acontecimiento no factible porque enfrenta una competencia de muchos productos similares o sustitutivos. Pero si suben simultáneamente todos los precios porque hay inflación, el incremento de precios que hace un vendedor cualquiera es el resultado de traspasar sus costos más elevados a los precios de lo que vende, consecuencia de la misma inflación, permaneciendo constante su ingreso real por su actividad económica. No se puede consumir bienes y servicios cuando no se dispone de los recursos reales para producirlos y que son los factores productivos. La inflación es el efecto de querer consumir más de lo que se produce, es la expresión de una economía que tiene un desequilibrio, donde la demanda de bienes y servicios es mayor a la oferta de los mismos y, en última instancia, como secuela de la existencia de mucho "dinero" circulando en la economía.
El mismo deseo que tiene el vendedor de cualquier cosa tiene el ahorrista. Quiere que el precio real de su ahorro suba para ganar más. En una economía simple la ganancia que recibe es una tasa de interés y punto. En economías financieramente avanzadas, como lo es EEUU, la principal ganancia no está en la tasa de interés sino en las alzas del precio del activo financiero, que obtuvo a cambio de su ahorro.
Según la teoría económica, en la medida que la escasez relativa de algo disminuye su precio real también debe disminuir. Esto quiere decir que si aumenta el ahorro real de las personas porque las naciones pasan a ser económicamente desarrolladas, la tasa de interés real, que es su precio, debe bajar. Un millonario debería darse por satisfecho que sus millones no pierdan valor y punto.
A diferencia del productor, que no hay quién le garantice un precio creciente de lo que ofrece, en el mundo financiero se difundieron "gestores" para hacer realidad este sueño de los ahorristas, aunque de manera volátil. Es el mundo del Wall Street. Consideremos al legendario Indice Dow Jones como un indicador representativo de este mundo en los EEUU. Mientras su tasa de inflación de los precios de los bienes y servicios, en general, subió en un 3 por ciento, cada año, en el periodo 1929-2007, los precios de los activos financieros, con una gran varianza, subieron en un 4.9 por ciento, en el mismo periodo, es decir más de un 60 por ciento, cada año. ¿Por qué esta diferencia?
Pero la disparidad se hace más intensa si comparamos el comportamiento de la inflación, en el periodo 1970 y 2007, con los precios de los activos financieros, la inflación acumulada hasta el año 2007 es de algo más de tres veces con relación al año 1970, mientras la inflación de precios de los activos financieros es de ¡16 veces! para el mismo periodo y medido por el Dow Jones. Ni qué decir de otros papeles de "renta variable", que aparecieron en el sórdido e intransparente mundo de los "Hedge Founds", en estos primeros años del siglo XXI, y que tuvieron ganancias muy superiores a las del legendario Dow Jones. Como nunca se presentó un claro divorcio entre precios del mundo real con los precios del mundo ficticio de los activos financieros, y como consecuencia de la plena liberalización de los mercados financieros, que se dio a partir de los años 80, que con precisión se debería calificar como el "fundamentalismo de los mercados financieros".
La deflación de activos financieros que el mundo vivió a partir del mes de septiembre de 2007 y que duró hasta marzo del año 2009 es simplemente un correctivo que confirma la no existencia de una riqueza real que sus poseedores creyeron tenerla. Y esta deflación ha sido detenida artificialmente, en los EEUU, también por otro medio artificial que es la inyección masiva de dinero, lo cual explica que el Dow Jones otra vez enseñe un continuo aumento de abril en adelante. ¿Hasta cuando será? Su recuperación no es real.
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