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Ídolo de multitudes, mito y leyenda viva, Germán Busch Becerra, Presidente de Bolivia, muerto de un disparo misterioso en la sien, concentró en si mismo categorías sociológicas aparentemente disímiles.
Amó profundamente a la Patria por la que arriesgó la vida en los campos de batalla; descubrió junto a sus oficiales y soldados la estructura de poder injusta de una parodia de estado en manos de una oligarquía que sólo sabía acumular dinero y poder.
La leyenda del joven guerrero, figura esclarecida del nacionalismo militar, es historia conocida.
Sin embargo, con la misma temeridad con la que defendió a la Patria invadida, liderizó las medidas trascendentales en favor de la región olvidada y marginada por siglos: Santa Cruz y el Oriente Boliviano.
No sólo que junto a Dionicio Foianini y Humberto Vásquez Machicado, ilustres ciudadanos cruceños, patrocinó la fundación de YPFB – Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos - para recuperar de la tierra el "mar de petróleo" sobre el que "navegaba" el país, sino que el Estado boliviano, ejerciendo soberanía, nacionalizó la Standard Oil Company, transnacional petrolera estadounidense, instigadora de la guerra entre dos pueblos hermanos.
¡Eran tiempos de cambio!
El Nacionalismo militar, RADEPA y el revolucionario MNR, se encontraron en las trincheras para empujar el carro de la historia.
Busch fue un visionario adelantado de su tiempo.
Un apasionado por el porvenir y el progreso de su "patria chica"; era chiquitano nacido en San Javier.
La Convención Nacional de 1938 aprobó, durante su mandato, la Ley de Regalias del 11% sobre la producción bruta de petróleo en favor de los Departamentos productores, Ley que el MNR, encumbrado en el poder, desconoció años más tarde y que se vio obligado a reconocer tras la lucha heroica de la comunidad cruceña y el heroísmo de su juventud.
La victoria final fue el año 59, invasión campesina y masacre de Terebinto de por medio.
Estratega geopolítico que veía muy lejos, el Presidente Busch patrocinó los Acuerdos con Argentina y Brasil, países que prolongaron las vias férreas desde sus fronteras – Corumbá y Yacuiba - para avanzar hacia "la meca" del petróleo en el Oriente.
El gobierno de la Revolución Nacional inauguró más tarde las dos vias férreas internacionales, superando el aislamiento del centro geográfico del país e iniciando una relación de comercio que, junto a otros factores estructurales, están a la base del Modelo Productivo del Oriente Boliviano, que hoy el Gobierno del Presidente Evo Morales pretende destruir.
Jóvenes investigadores como Hugo Salvatierra Rivero en su trabajo Historia de la Radio en Santa Cruz, dicen que los equipos técnicos de la primera estación de radio que llegaron a la ciudad "aldea" de ese tiempo los llevó el Presidente Bush "en persona".
La emisora se llamó "Oriente" y su señal decía:"Desde Santa Cruz para todo el Continente".
Toda una lección de coraje y patriotismo!
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