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El de FANCESA es el primer caso, pero no será el último. El Decreto Supremo 0616 firmado por Evo muestra – como dice picarescamente el bailecito chuquisaqueño- los pantalones ¿o faldas? de vidrio del Gobierno y expresa claramente sus intenciones al respecto. Veamos.
El Estado puede intervenir en toda la cadena productiva de los sectores estratégicos, lo dice la Constitución. Ahora, ¿la industria del cemento es acaso tan "estratégica", tanto como los hidrocarburos que ahora importamos del exterior, gasolina, gas licuado y hasta vaselina? Que la industrialización de los recursos naturales es prioridad de la política económica, está bien. Pero, ¿el Gobierno pretende administrar el cemento cuando no puede hasta ahora industrializar ni el gas, ni el cartón, ni la leche, ni el papel, ni tampoco la coca?
Que los recursos naturales son de propiedad y dominio de los bolivianos administrados por el Estado, quien lo puede dudar. Pero, con el ejemplo de FANCESA, el MAS ¿va también a expropiar su inversión a los microempresarios areneros de Rio Seco en El Alto, o a los que transforman arcilla para hacer ladrillo y cerámica en varios lugares del país? ¿o buscó el camino más abusivo para afectar a un liderazgo político creciente?
Es público que a fines de los años 90 FANCESA no era solvente sino que estaba en crisis, cuando el gobierno legal y legítimo de ese momento decidió vender un tercio de sus acciones. Y FANCESA cambió, pues es una empresa rentable para los chuquisaqueños. ¿El MAS es tan solvente y eficaz en la gestión de empresas como para decirles a ellos que van a recibir más ingresos que los últimos años?
La palabrita "recuperación" que utiliza el Decreto 0616 suena a las acciones que realizaban ciertos tipos de verde de los 60s, 70s y 80s, 90s del siglo pasado. ¿Acaso olvidamos que algún Vicepresidente "recuperó" plata de la remesa de la UMSS, o que los del MRTA pretendieron "recuperar" dinero con el secuestro de Lonsdale?
La Constitución reconoce la economía plural y la economía mixta. Pero no le importa al gobierno cuando quiere asaltar recursos de otros bolivianos y no quiere garantizar la seguridad jurídica. FANCESA era una empresa mixta, un tercio de las acciones de la Universidad pública, un tercio de las acciones de la Alcaldía, hasta aquí eran dos tercios, y uno en manos privadas, que con el decreto 0616 pasan a la Gobernación departamental dirigida por MASistas. Mas claro, agua.
Los pantalones ¿o faldas? del MAS son de vidrio y a través de ello el pueblo mira que el MAS no sabe administrar empresas y no sabe invertir, entonces comete abusos y expropia propiedades de bolivianos para favorecer a sus militantes ávidos de pegas. Chuquisaca será engañada, así como fueron engañados los Yungueños que recibieron la promesa de industrializar la coca y la piedra fundamental que alguien puso en Irupana hasta ya fue robada. ¡Gobierno, si tus pantalones o faldas fueran de vidrio, que claritas se verían tus intenciones, che ¡
En realidad, la primera expropiación que golpeó duro al sector privado fue la de la comercialización de garrafas de GLP. Les quitaron el negocio a miles de pequeños comercios, perjudicándolos, con el pretexto de que así se controlaría el contrabando. El resultado final, además del enorme perjuicio a las familias de los pequeños comerciantes, que calculo en 10 millones por año, ha sido el deterioro del sistema de distribución, aumentando los costos de transacción para los consumidores, que deben caminar mucho más que antes, hacer colas y rogar a los vendedores, a un costo equivalente a otros 10 millones (en tiempo perdido por los consumidores).
ResponderEliminarPor supuesto, tampoco se resolvió el problema del contrabando.
Lo curioso es que los millones de perjudicados no protestaron entonces, y tampoco lo hacen ahora... salvo los esporádico bloqueos de garrafas que la indignación crea en alguna calle de algún barrio.