miércoles, 27 de octubre de 2010

¿ALEA JACTA EST?

Luis Fernando Ortiz Daza
lufo69@yahoo.com

El tiempo estuvo a favor de Tarija, sin embargo, dejamos pasar muchas oportunidades por el oportunismo de unos cuantos, de ser una potencia gasífera, hoy somos un potencial conflicto y vamos denonadamente hacia la parálisis que ahoga económicamente a todo el departamento, debido a intereses mezquinos de quienes con el micrófono prestado hacen "política".

Hecha la ley, hecha la trampa, máxima boliviana de quienes no creemos en la justicia, muchos presumen de inocencia jugando a víctimas y algunas víctimas presumiblemente inocentes están vociferando el fin de los tiempos para su tierra. ¿Qué pasó?, ¿La suerte está echada?, parece que sí. No encontramos el diálogo ni la concertación.

Recordando a Anamar, una gran mujer que recorrió todos los caminos posibles de la paz para lograr acuerdos, que hizo posible la visión de un nuevo país y que hoy desde arriba nos suplica al oído esa máxima de que en lugar de hacer política de confrontación, debemos hacer política de construcción, tenemos que ponernos la mano al pecho y hurgar en nuestras conciencias qué es lo que queremos, a dónde nos llevan nuestras actitudes y conductas.

A diferencia de Anamar, los profetas de la profecía autocumplidora a la inversa, hoy nos dice que si el poder no está en manos de una sola fuerza, la destrucción y el caos es inminente, si determinada autoridad está en el cargo, es muy posible que jamás se desarrolle una región. Y para que esa profecía se cumpla, la soberbia de los dioses hace su parte, hoy es el presupuesto o escala salarial, nadie debe ganar mas de 10.000, aunque yo gane más, aunque en mi sector estemos por encima de ello.

La intención es esa, paralizar, crear descontento, generar movilización, para que los desesperados, los que no tienen pan para llevar a su boca y a la de los hijos, digan ¡basta!, porque ya se siente la miseria en los bolsillos de la gente. Tarija está en su peor momento, las denuncias de corrupción, están sembrando justamente la desconfianza en todo el pueblo, algunos sin moral acusan, miran la paja en ojo ajeno.

Papelitos cantan, dicen por ahí, cantan, pero de acuerdo a la partitura del político que cree llevar la batuta, ahí está Margarita, una partitura deshojada, un allegro de la oposición que casi pone a la Gobernación de cabeza y a la población en pie de guerra para defender nuestros derechos sacándonos la mugre, primero entre nosotros, y provocando al vecino que despierta de su letargo y que está en apronte porque el político oportunista que sí los tienen, tiene que responder y decir nosotros somos pacifistas, pero por las dudas nos armemos y por si acaso como no hacemos nada, bien nos vendría la confrontación.

Esta es la historia que se está escribiendo, la historia de la cizaña, que será la de la guadaña, es tiempo de cautela, de repensar por parte de los políticos, de querernos como personas y no dejarnos arrastrar por la vorágine de quienes quieren el poder para usufructuar del mismo, debemos ser claros también que quienes se aprovecharon de los recursos, que se repartieron la torta de las obras, deben pagar sus errores o delitos.

Pero así como exigimos justicia, que esta sea justa y para todos, empecemos por casa, como se lo está haciendo, que los fiscales y jueces no tengan miedo y que por eso mismo, se deje de aplicar la receta común de las detenciones arbitrarias al estilo antiterrorista. La presunción de inocencia es fundamental, el derecho a defenderse en libertad es fundamental, avanzamos hace poco con nuevas leyes y retrocedemos por la incapacidad de operadores político que condenan antes del juicio.

¿Estará la suerte echada?, ¿Se habrán cumplido las profecías?, ¿Será posible que el oráculo no se equivoque y que después de la tierra arrasada, se pueda construir?.

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