miércoles, 20 de octubre de 2010

China y su moneda

Alberto Bonadona Cossío
abonadona2001@yahoo.es

La China hace maravillas con su moneda. La más grande maravilla lograda es el abaratamiento de sus exportaciones gracias a un subvaloración de la misma por ya varias décadas. De acuerdo a la Organización Mundial del Comercio en agosto de 2009 llegó a ser el más grande exportador del mundo. No sólo su comercio exterior ha crecido espectacularmente sino también su producción; este año se colocó en el segundo lugar después de superar al Japón en el tamaño de su PIB.

El mercado interno de la China es grande por la cantidad de habitantes que tiene, no por su ingreso per capita; 1.300. millones de habitantes, una quinta parte de la población mundial con un ingreso promedio de cerca de 3.500 dólares por persona. Un ingreso que es tan sólo algo más que dos veces el per capita de Bolivia y que es 14 veces más pequeño que el de los Estados Unidos. Con esa inmensa población y las diferencias de ingresos que el desarrollo capitalista de las dos últimas décadas ha creado, con un 5% de población rica que duplique el per capita de los Estados Unidos, tiene un mercado interno desarrollado para productos manufacturados de calidad y de alta sofisticación equivalente a 10 veces el mercado de Suecia.

No obstante el mercado que le interesa más a los jerarcas chinos es el externo. Por supuesto que gran apuro no tienen. Lo que han logrado hasta ahora lo han hecho, "cubriendo grandes distancias a pasos cortos", de la manera que a la China le gusta, como señala The Economist. Así es que ahora también apunta a convertir su moneda en moneda mundial; una tarea que logró Inglaterra en el siglo XIX, fue sobrepasada en esta posición por Estados Unidos en la primera parte del siglo XX y éste encontró competencia en el euro en los últimos diez años.

Una economía todavía formada por una población en su mayoría de pobres. El gran desarrollo alcanzado está concentrado en el Sur y cerca del 70% sigue siendo pobre. Pero se dirige a conquistar el mundo con su moneda. Los exportadores valorizaban sus exportaciones en dólares, en dólares las vendían y dólares colocaban en los bancos hasta el año pasado, dice The Economist. Ahora ya pueden hacer esas mismas operaciones en yuan, la moneda china, aunque el nombre real de su moneda es renminbi. La historia monetaria de la China está basada en monedas externas a tal punto que la palabra "yuan" es una contracción de otras dos "yang yuan" que quiere decir moneda extranjera redonda.

Dos grandes empresas transnacionales, McDonald y Hopewell, aprovecharon este año las grandes cuentas en yuan depositadas en Hong Kong al emitir bonos para captar esos recursos de más de 100 mil millones de yuan, aproximadamente el equivalente de 13 mil millones de dólares. La emisión obtuvo mayor demanda que la cantidad de dinero ofertada.

Así, paso a paso, la China se dirige a ser una potencia económica mundial y quiere colocar el yuan renminbi como moneda mundial. Por la crisis financiera que atraviesa Estados Unidos está presionando a la China a que revalúe su moneda (la haga más cara respecto al dólar) para que los productos chinos que compra se encarezcan y logre el abaratamiento de sus exportaciones. Estas potencias conocen muy bien como manipular las monedas para obtener ganancias en sus exportaciones. Se debería esperar (soñar) que el tipo de cambio fijo de Bolivia se devalúe para demostrar que aquí se aprende algo de los chinos que con su tipo de cambio logra grandes réditos para su economía.

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