martes, 30 de noviembre de 2010

VENGANZA, REVANCHA Y DESGASTE

Carlos Hugo Laruta Bustillos
chlaruta@hotmail.com

En la tele, Samuel le llamó venganza y Navarro le llamó revancha. Le añadimos nosotros la palabra desgaste ¿Por qué hoy el MAS insiste en pleitearse con la Iglesia?

La Iglesia por la configuración histórica de nuestro país es una institución muy próxima al alma de nuestro pueblo. Y no es casual que más del 80 % del país se defina como católico. Participó en el proceso de la Independencia junto al pueblo, influyó en la Constituyente de 1825. Y durante los más de 20 años de reciente democracia, sin contar los años previos de la vida republicana, tuvo la inteligencia de compartir las grandes expectativas de la masas populares bolivianas, estuvo presente en la historia nacional –diríamos- transversalizando con su presencia y su espíritu la acción de los bolivianos en todos los campos de la vida social.

Y el campo de la política no fue la excepción. No la política partidaria, sino la política entendida como gestión publica, como acción de los gobernantes ante los gobernados, ante el pueblo que vota ¡que es el mismo pueblo que asiste a las misas y celebra las festividades religiosas masivas de la Iglesia Católica ¡

Entonces, de nuevo, ¿por qué el MAS se pleitea hoy con la Iglesia?

Por una razón sencilla. El MAS cree –y cree con fuerza en su propio engaño- que simplemente porque recibió el voto popular masivo debe ser la única institución con derecho de pensar, el único grupo influyente, el único que dice su voz, que es hora del pensamiento único, que es hora de #su" verdad absoluta.

Por eso, cuando la Iglesia, en contacto con el pueblo, dice su palabra, el MAS se retuerce cual un monstruo veleidoso que cree encontrar competencia a su decadente tamaño político.

La Iglesia siempre hizo su propia evaluación de la situación de vida de los bolivianos. Pero el MAS cree que es hora del pensamiento único y hora de "su" verdad absoluta. Y aunque la voz de la Iglesia le incomoda, el problema esta en la respuesta del propio MAS que es altamente ¡desgastante! pues parece harakiri de monstruo veleidoso. Y como el MAS está en franco proceso de decadencia por sus propios errores y delitos (el descontrol del narcotráfico es el mas grande de ellos), el pleito que busca con la Iglesia tiene el efecto real de erosionarle el apoyo de alguna gente que todavía creía en sus exageraciones y mentiras.

Y, de vuelta, viene la venganza y la revancha. Eso del matrimonio "amáutico" y de que la Iglesia no paga impuestos, son desvaríos del monstruo lastimado. Tiene derecho desde luego a desvariar, pero con ello sólo repite la triste historia de Siki Titi Waranca o del templo devuelto a la Diócesis de El Alto después de 2 años de tapiada por algunos vecinos masistas.

¿Qué obtiene el país si el MAS sigue pleiteándose con la Iglesia? Es malo para la ceguera del Gobierno pues sigue desgastándose, pero es bueno –diría Luis Espinal- para la salud democrática de nuestro pueblo porque se transparenta mucho mas el abuso y la arbitrariedad del MAS. Sin duda.

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