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Ya que los masistas han elegido el camino del insulto para responder a un documento que a nadie más que a ellos les beneficia porque les alerta sobre sus errores, con el deseo de evitar que sigan haciendo el ridículo por desinformados/as, quiero aclarar que yo JULIETA MONTAÑO SALVATIERRA a toda honra, en mi vida he pertenecido a un solo partido político el FRENTE REVOLUCIONARIO DE IZQUIERDA (FRI) del que fui fundadora junto a muchísima gente que hoy acomodó en las filas gubernamentales y de ello puede dar fe el Dr. Eusebio Gironda Asesor de su Exelencia.
Por otro lado, también tuve el honor de ser Contralora Departamental de Cochabamba durante el gobierno democrático de la Sra. Lidia Gueiler y designada por el Contralor General de la República, Dr. Manuél Morales Dávila (hoy prominente hombre del MAS) cuando hizo de la lucha contra la corrupción y el nepotismo su bandera, trabajo que realizamos con tanto éxito que la población cochabambina (aquella que no sufrió el ataque de amnesia, ni fue afectada en sus intereses), aún lo recuerda positivamente porque se logro frenar el abuso de los bienes del Estado, especialmente los vehículos oficiales.
También les aclaro que fui diputada suplente por el FRI y mi vida profesional estuvo enteramente dedicada al ACTIVISMO y la DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS.
Querrán saber algo más los amigos del MAS que gastan su plata para insultar en lugar de hacerlo para argumentar doctrinal, jurídica o políticamente?, de todos modos, estoy a la orden y con mucho gusto les aclararé lo que quieran saber para ahorrarles dinero y tiempo ya que seguiré firmando cuanto documento sea necesario para defender la democracia y los derechos de las personas que viven en Bolivia.
De la misma manera, no debemos olvidar que las políticas del actual gobierno, fueron alentadas, trabajadas, desarrollaras, y estimuladas por muchos de los actuales defenestrados.
ResponderEliminarPor ejemplo, el famoso proyecto de ley de Derechos Sexuales y Reproductivos, fue defendido a capa y espada por la señora Montaño, y aprobado por el CONGRESO DE LA REPUBLICA, con el voto mayoritario de los congresales que en ese momento formaban el poder legislativo, de no haber sido, por el veto que puso a su promulgación el entonces Presidente Carlos D. Mesa, hoy esa Ley estaría vigente.
De todas formas, todos nos debemos respeto, y muchas veces no lo ejercitamos cuando tenemos el poder, y lo exigimos cuando nos echan barro.