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En la geopolítica sudamericana, la macro-región amazónica-platense, parte del triángulo de Charcas (Sucre-Cochabamba-Santa Cruz); se extiende a Rondonia, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y Paraná (Brasil), Paraguay; Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones (Argentina); responde a una estrategia del "núcleo vital" de Sud América en los procesos de integración continental, con una proyección Atlántico - Pacífico y del Ande al Plata.
Sin embargo, a pesar de esta ubicación geográfica privilegiada, su influencia como centro de gravitación de un territorio mayor, se ha caracterizado por su dependencia de un centralismo paceño a lo interno, y de los países más grandes de Sudamérica a lo externo, cuyas clases dominantes cumplieron el rol de defensoras de los intereses del capitalismo mundial. Es así que privilegiaron el intercambio hacia afuera, con destino a dichos centros en desmedro del desarrollo nacional y la integración continental.
El Tratado de "Paz y Amistad" con Chile en 1904, tuvo fuertes componentes regionales, no se interesaba en las costas bolivianas, sino en Tacna y Arica.(Ver "Anotaciones para la Historia de las Negociaciones Diplomáticas con Perú y Bolivia 1900-1904" Bello Codecido). Un Acta Preliminar suscrito en 24 de Diciembre de 1903 durante una breve Misión Diplomática de Claudio Pinilla en Santiago con el Ministro del Exterior de Chile Agustín Edwars, establecía lo siguiente: a) Bolivia renunciaba para siempre a puerto en el Pacífico. b) Chile construiría un FF.CC de Arica al Alto de La Paz. c) Chile reconocía a favor de Bolivia libre derecho de tránsito por su territorio. Por tanto, está claro que lo que interesaba a La Paz, era concretar su soñado puerto en Arica.
Desde entonces y hasta ahora, las políticas privilegian un eje central y los últimos acontecimientos, nos invitan a una profunda revisión de esa realidad y, la necesidad de crear una nueva visión nacional, integradora y complementaria. La crisis de la conciencia histórica que vivimos, es en realidad una crisis moral y cultural, es pérdida de confianza en los modelos sociales dominantes, puesta en cuestión de sus valores, desconfianza y temor frente a las amenazas del futuro y, como toda crisis cultural, significa también crisis ideológica, es decir el agotamiento del orden social establecido.
La miope política exterior boliviana, sigue con su fallida búsqueda de un corredor en el Norte, mientras Chile desarrolla una política de primer mundo con miras a su inserción en los mercados mundiales, abriendo ventanas de oportunidad con el Asia-Pacífico en el Sur, mediante un moderno puerto en Mejillones por donde sale una parte de la exportación minera boliviana y a futuro, la gigante carga del Brasil.
El puerto de "Angamos" o Mega puerto de Mejillones, en su primera etapa de operación, está en condiciones de movilizar anualmente volúmenes de 3.600.000 TM porqué cuenta con condiciones tecnológicas de última generación únicas en Sudamérica. Además es un puerto de aguas profundas que permite atracar barcos del tipo PANAMAX, es decir del mayor tonelaje. Muy próximo, está el puerto de Antofagasta, con capacidad de movilizar anualmente, 5.000.000 de TM de carga y, Tocopilla 4.800.000 TM. Comparando los puertos de Iquique, 1.700.000 TM y Arica 1.200.000 TM. Está claro, que una negociación basada en intereses trilaterales comunes (Bolivia, Brasil y Chile) cambiando de visión, puede facilitar una solución marítima como la propuesta por el Dr. Julio Garrett Aillón, publicada en la revista (¡OH! Nº 623)
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