cynthia_perou@hotmail.com
"El león cree que todos son de su condición", reza un viejo y conocido refrán. En el caso del General Ciro Farfán no se trata de que crea que todos somos policías o ladrones, sino peor que eso: llegó a creer que todos somos como él.
Anoche, las presiones de la opinión pública y de los medios de comunicación pusieron fin a las patrañas de este General, cuando el Presidente Morales posesionó al nuevo Comandante de la fuerza policial. Unas horas antes por la mañana, escuchaba a los amigos periodistas decir que este asunto es ofensivo al intelecto y de verdad que es cierto. Farfán pretendió hacernos creer que la "camionetanga" parqueada en las puertas de su domicilio en San Antonio Bajo estaba ahí por casualidad, conducida casualmente por un Cabo que era su edecán, quien casualmente había perdido su credencial policial y que casualmente no había denunciado el hecho porque estaba muy ocupado, pero que casualmente entregó las llaves del vehículo, que ahora resulta que casualmente no son las del vehículo, al Comandante de DIPROVE, quien casualmente dejó ir al susodicho Cabo para que busque al "amigo" dueño de la camioneta, quien casualmente no existe. Disculpen mi suspicacia con el asunto, pero para mí son muchas casualidades sobre un hecho tan claro.
Mi teoría y enfatizo que es una teoría, es que el ahora ex Comandante de la Policía Boliviana celebró su ascenso a General con la adquisición de un vehículo indocumentado y con placas clonadas y que puso al desaparecido Cabo de su chofer y que con la desfachatez que caracteriza a los corruptos, paqueó este indecente auto en las puertas de su domicilio demostrando a sus vecinos su nuevo rango social y económico. Estos vecinos, ante la afrenta del generalísimo camioneta y carcomidos por la sana envidia que caracteriza a nuestros compatriotas, llamaron a la prensa y listo, se destapó la olla, pero claro, es una teoría y puedo estar equivocada; sin embargo, me gusta más mi teoría que la pila de patrañas que este emblemático policía trató de contarnos.
No recuerdo quien sugirió la idea de que el Comandante renuncie o solicite licencia mientras se aclare el asunto, de todas formas, quedaba en manos del Ministro de Gobierno y del mismísimo Presidente Morales demostrar al Comandante de la Policía Ciro Farfán que ninguno de los bolivianos es lo suficientemente idiota para tragarse el "pastelito" que ha horneado este oficial. Si se quedaban de brazos cruzados esperando que milagrosamente el caso se resuelva, no serían cómplices de encubrimiento, sino de estupidez, que según yo, es peor, en todo caso ya esta resuelto el asunto, por el momento.
Un consejito para los gobernantes de nuestro Estado Plurichutero y Multicocalero, en lugar de Intervenir DIPROVE probablemente se puedan acomodar sillitas o banquitos a la sombra para que policías y acaudaladas esposas hagan fila cómodamente sentados para legalizar sus autos.
El problema persiste y con plazos de 90 días honestamente no creo que se solucionen. Por ahora me alegra poder decir: hasta nunca Comandante!
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