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Que Dios y la Patria premien a los candidatos que serán elegidos por voto popular para altos cargos del Poder Judicial, el mismo Dios y el ahora Estado que demanden a quienes desde el favor político son candidatos para la cooptación del poder. El brazo de la ley y del Dios omnímodo llega para castigar a quienes defendieron a supuestos narcotraficantes, violadores, separatistas, terroristas y abogados de las dictaduras. Triste la profesión del abogado, ahora impedido de ejercer su profesión y su experiencia en la construcción de un Estado justo y con independencia de poderes.
Imagínense prohibir al abogado que opte por cargos jerárquicos por el sólo hecho de ejercer su profesión, es como poner camisa de fuerza al psicólogo o psiquiatra que realiza terapia con esquizofrénicos o que se lo interne como maníaco depresivo por atender casos de trastorno bipolar, así de simple es la manía del gobierno de ofender y defenestrar a quienes desde su visión y defendiendo, respetan el precepto constitucional de la presunción de inocencia. No es posible (frase trillada del gobierno) que en la construcción de la democracia, sea una asamblea la que defina la suerte de una nación, haciendo la selección de sus nuevos serviles en el aparato judicial.
Se sabe de muchos juicios amañados, de acusaciones falsas, de certificados forenses a pedido de supuestas víctimas, de acusados por narcotráfico por el sólo hecho de encontrar trazos de cocaína que han sido puestos por agentes infiltrados, esos abogados que creen en la inocencia de esas víctimas están estigmatizados y por ende, triste la profesión del abogado del siglo XXI, que no entiende el socialismo de este siglo.
Se habló mucho de las megacoaliciones, nefastas en la construcción de la participación y la democracia, hoy se habla de la mayoría absoluta de levantamanos, aún más nefasta en una democracia de movimientos sociales, y comunitaria. El perfil de los nuevos operadores de justicia responderá al perfil de los pichones de Hitler, aquellos que fungen como presidentes de las cámaras, de bancada y que obsecuentes en la construcción de un Estado Integral imposible, apoyan sin pensarlo dos veces, porque les llegará su tajada, porque "ahora es cuando", si no ¿cuándo vas a tener?.
Por supuesto, no podemos creer que todos y todas sean así, porque hay muchos que están sin voz, hay muchas más que están bajo la tutela de un Estado Patriarcal, así sean un 50%, no pueden representarse siquiera a sí mismos. ¿Será posible que algunos asambleístas del MAS y de la Oposición, sean sensatos y no actúen bajo consigna?. ¿Hasta cuándo pues, serán títeres del discurso demagógico y clientelar?. ¿Los ciudadanos, seguiremos creyendo que la peor democracia fue la anterior a este régimen?. ¿Seguiremos inocentes crédulos aceptando que el nuevo sistema judicial, será más independiente que los anteriores?. ¿Olvidaremos acaso que cuando hubo independencia de poderes se pudo condenar a los jerarcas de la dictadura de los 80?.
Por último y gracias a algunos juristas y demócratas de antaño se restituyeron derechos a nuestros actuales gobernantes. Así que no todo fue malo, hubieron avances significativos y de golpe y porrazo volvemos atrás como cuando algún neoliberal previendo la que se venía comenzó a nombrar ministros de la Corte Suprema, para salir libre en un juicio de responsabilidades. ¿Será ésta la intención de algunos políticos, teniendo a un poder Judicial dominado?.
La cereza sobre la guinda, prohibir a la ciudadanía a través de los medios de comunicación, obtener información acerca del perfil social y humano de los candidatos, hacer del gobierno un aparato represivo de las ideas, generando información que sólo sirve a sus intereses al estilo de la propaganda emocional que achaca la culpa de todo lo pasado y presente al capitalismo y a una clase social que ya dejó el poder. Creen aún en su poder hipnótico, en una capacidad oratoria sobresaliente, cuando no ocurre ya ni lo uno, ni lo otro. Se ha roto ya el péndulo que nos tenía abotagados, el discurso sólo produce sueño y pesadilla.
Por si las moscas como psicólogo no me pongo la camisa de fuerza, porque será como que si los periodistas aplicaran la autocensura, que es peor que la censura. Felicidades a los periodistas en su día y la lucha sigue.
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