miércoles, 6 de julio de 2011

El espectáculo militar de Caracas

Guillermo Capobianco Ribera
memocapobianco@gmail.com

¡Si la naturaleza se opone a nuestros designios derrotaremos a la naturaleza!
Lo dijo el Gral. Simón Bolívar, Libertador de seis naciones, líder y héroe máximo de la generación de jóvenes guerreros de la libertad, fervoroso defensor de las ideas republicanas de la época en los campos de batalla y en la confrontación contra el colonialismo español.

El espectáculo cívico-militar –popular mostrado al mundo el 5 de julio en el "Paseo de los Próceres" en Caracas, fue magistral y casi completo.

La "puesta en escena", en términos clásicos del arte y la industria cinematográfica, fue excelente. La gran avenida, con símbolos ornamentales, estandartes y banderas de Venezuela y luego el desfile militar-popular con representación de etnias y organizaciones de movimientos sociales y comunales.

El libreto oficial, con un excelente sonido, acompañó el fasto del gran espectáculo sin dejar de lado ningún detalle.

Todo hace suponer que esta representación, mitad desfile tradicional y la otra de actuación semiteatral, fue preparada, pensada y organizada con semanas o meses de anticipación.

Todo el espectáculo fue un mensaje político y geopolítico contundente; la proclama de que la próxima meta de la Revolución Bolivariana es junio del año 21, quedó perfectamente clara.
Lo mismo el carácter armado y guerrerista del proceso a pesar del libreto oficial que proclamaba su esencia pacifista, democrática, cristiana, antiimperialista y socialista.

Las tropas de asalto en actitud de combate con caras pintadas y la presencia de las milicias populares bolivarianas fueron imágenes más que elocuentes de la verdadera esencia del proceso.

Lo que falló tal vez en el diseño original fue la ausencia de Presidentes y líderes connotados de América Latina y de Sudamérica: Lula Da Silva; Dilma Rouseff; Cristina Fernández; Sebastián Piñera; Daniel Ortega; Rafael Correa y otros como el Presidente de México por ejemplo.

Por coincidencia o cálculo político, el mismo día 5 de julio, el Presidente electo de la República del Perú, Ollanta Humalla se entrevistaba en Washington con el Presidente Barak Obama.

El esfuerzo sobrehumano que hizo el Presidente Chávez al estar en suelo venezolano pese a su grave enfermedad, fue notorio pues inició el desfile desde el Palacio de Miraflores, eso si, rodeado de altos jefes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

No presidió el desfile militar cívico-patriótico "in situ" lo cual da una idea de su delicado estado de salud.

El espectáculo cívico militar del 5 de julio, retrotrae a los años treinta en la Europa del siglo pasado; la exaltación del líder único que concentra todos los poderes públicos, cubierto por la Constitución y los emblemas nacionales.

Dice el sabio proverbio que "Dios perdona siempre; los hombres y las mujeres a veces, pero la naturaleza no perdona nunca"

El gran Gral. Bolívar murió a los 47 años, solo y en el abandono político y humano, refugiado en una Casa Quinta que, por paradojas de la vida y el destino, pertenecía a un súbdito español.

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