miércoles, 17 de agosto de 2011

La trampa crónica del alineamiento

Guillermo Capobianco Ribera
memocapobianco@gmail.com

"La China ayudará en la construcción de un ferrocarril que una el Océano Atlántico con el Pacifico"

La afirmación del Presidente Morales a su retorno de China es una expresión más de la trampa que tienden los centros de poder externo con cantos de sirena.

El ferrocarril interoceánico es una obra que los bolivianos y sus gobiernos emprendieron desde finales de los años treinta del siglo pasado, después de la tragedia de la Guerra del Chaco, bajo el gobierno militar del héroe de la contienda el Tcnl. Germán Busch Becerra.

La Red ferroviaria Santos - San Pablo se construyó hacia el centro del continente en una extensión aproximada de 600 km. hasta la ciudad de Santa Cruz de la Sierra bajo la creencia, alentada por la Standard Oil Company, de que todo el Oriente de Bolivia era un inmenso mar de petróleo.

Desde la República Argentina se ejecutó la misma operación: la Red Ferroviaria de la hermana República se extendió 800 km hacia el centro del continente confluyendo también en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

Los convenios internacionales los firmó el joven héroe de la guerra pero los ejecutó la Revolución Nacional en el transcurso de los años cincuenta, cómo hitos de la "Marcha hacia el Oriente" emprendimiento estratégico de aquella generación politica integrada por guerreros militares y civiles que conquistaron el poder mediante la insurrección armada de abril.

La oligarquia minera -feudal asesinó primero al joven dictador y luego incitó la asonada del 21 de julio del 46 colgando al Presidente My. Gualberto Villarroel del farol de en frente del Palacio Quemado en donde el pueblo le rinde homenaje cada año.

Mientras tanto, en tiempos contemporáneos se construyó la Red occidental desde Antofagasta y Arica hasta La Paz, bajando luego hacia Oruro, Cochabamba y penetrado profundamente hasta la población de Aiquile.

Desde Santa Cruz se avanzó aún más hasta la altura de Yapancaní con el propósito de unir Buenos Aires con Trinidad y allí se estancó la obra debido a su alto costo faltando sólo el tramo Aiquile con la ciudad oriental de aproximadamente 400 km.

Afirmar que la emergente potencia imperial, Banco de Crédito del Planeta y taller industrial del mundo, va a construir un ferrocarril bioceánico en Bolivia es caer en la trampa crónica que tienden todos los imperios con países con riquezas fabulosas como el nuestro.

Lo hizo el imperio español; el de Inglaterra y el norteamericano durante la 2ª Guerra mundial bajo el pretexto de la defensa de la democracia – que era cierto sin duda- pero con el mineral extraído de los socabones conformó el Stok Pile para después regular e imponer precios miserables del mineral en el mercado mundial.

El mundo vive en esta coyuntura la demanda y el auge de los precios de las materias primas; el emergente imperio asiático viene a Bolivia a por el litio, el hierro,el manganeso,el estaño, el Zinc, el uranio.

El Presidente Morales bajo el influjo de una supuesta afinidad politica e ideológica, olvida que este país por historia, por geografia y por destino merece vivir y progresar en base a la riqueza que Dios le dio y que ya le arrancaron un tercio sus vecinos mediante guerras fratricidas e injustas.

Bolivia y los bolivianos no se merece esto!


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