domingo, 9 de octubre de 2011

KANDIRE Y LA UNIDAD Vs TAWANTINSUYU Y LA BIFURCACIÓN

Alvaro Jordan Medrano
ajordan@entelnet.bo

Una de las características que marcan al actual régimen de gobierno en Bolivia es el desmesurado poder que se ha arrogado el Estado, mal llamado "Plurinacional", con la Constitución Política del Estado Plurinacional recientemente aprobada después de un sinuoso proceso antidemocrático de prepotencia policiaca, con muertos incluidos, como los de la Calancha. El triple aborto con la que se consagró su espúreo nacimiento como fue el tener que refugiarse en los predios militares para poder sesionar al margen de la vigilancia democrática del pueblo, el tener que trasladarse a Oruro para evitar la protesta popular y finalmente el someter su aprobación a un Congreso doblegado por la imposición de las hordas mercenarias del Gobierno de la coca y sus derivados, son exabruptos políticos por los que debiera ser llamada Constitución Política del Estado de la coca y sus derivados.

El Estado constitucionalmente está conformado por cuatro órganos iguales e independientes unos de los otros. A través de decretazos al margen de la Constitución, a través de instrucciones directas al Órgano Judicial o finalmente mediante el uso de la fuerza ya sea esta de para militares, mercenarios o policías obsecuentes, como ha sucedido con la marcha del TIPNIS, el poder ejecutivo ha concentrado todo el poder del Estado, asumiendo un carácter de absolutismo presidencial y pretende consolidarlo mediante una elección seudodemocrática.

Esto ya es historia antigua en la política nacional del Estado Kolla del MAS y para la oposición tradicional sectaria ya se va transformando en costumbre y norma. El gobierno de Evo Morales se apresta a dar otro golpe artero a la democracia y a la unidad del País con características de abierto racismo contra los pueblos de los valles y llanos amazónico platense en una versión moderna del antiguo afán colonial del Tawantinsuyu, ordenado por Wayna Kapak, contra las Tierras Sin Mal de Kandire, defendidas por nuestro Libertador Grigotá.

Estoy consciente de que existen muchos kollas, ya sean quechuas, aimaras o mestizos que no están de acuerdo con esta política colonial del dos veces proclamado Inca del Tiwanaku, Evo Morales, y pido a ellos comprendan la difícil situación en la que nos pone este gobierno, por lo que es necesario su pronunciamiento contundente para que podamos seguir preservando la unidad de Bolivia, de no ser así se estará dando conformidad a la política racista, divisionista y colonial que paso a denunciar.

El origen de mi preocupación se encuentra en la elección del Órgano Judicial que se ha convocado para el 16 de octubre próximo. La revisión del origen de nacimiento de los candidatos nos lleva al siguiente cuadro:

DEPARTAMENTO CANDIDATOS %
Paceños 17 25,0
Potosinos 20(+1) 29,4 (30,9)
Orureños 11 16,2
Cochabambinos 9(+1) 13,2 (14,7)
Total kollas 68 83,8 (86,7)

DEPARTAMENTO CANDIDATOS %
Benianos 00 00.0
Chuquisaqueños 5 7,3
Cruceños 4 (-2) 5,9 (2,9)
Pandinos 00 00,0
Tarijeños 2 2,9
Total kandirenses 11 (9) 16,1 (13,1)

Chuquisaca se ha colocado en este grupo por ser la mitad de su superficie de origen chaqueño-kandirense. Con una población superior a la de Oruro tiene una representación menor a la mitad de la de ese departamento y con una población muy cercana a la potosina tiene una representación equivalente a menos de un cuarto la de Potosí.

El caso de Santa Cruz es de verdadera tragedia, evidentemente la única reacción válida para esta situación de indignidad es la de rebeldía, porque con estos niveles de humillación no vale la pena convivir. Tiene la mayor población del País y es el departamento que entrega mayores aportes económicos al Estado y sin embargo tiene una representación menor a un cuarto de la de La Paz, equivalente a un quinto de la de Potosí, un tercio de la de Oruro y menos de la mitad de la de Cochabamba. Pero esto no es todo los dos representantes a nombre del departamento de Santa Cruz en el Consejo de la Magistratura no son cruceños[1]. El uno de origen potosino, apenas ha sido asignado a Santa Cruz a partir del 2006 y la otra, nacida en Cochabamba también está asimilada a Santa Cruz, con lo que debemos decir que Santa Cruz no tiene ningún representante en el Consejo de la magistratura, por lo que el total de su representación queda reducida a dos, entre paréntesis, y no los cuatro que se han colocado en el cuadro y las proporciones mencionadas todavía deben ser reducidas a la mitad de lo indicado.

La situación de los departamentos de Beni y Pando todavía es más intolerable. Estos departamentos no tienen ninguna representación, en el Tribunal Agroambiental, el Consejo de la Magistratura y el Tribunal Constitucional Plurinacional estos departamentos no existen, estoy seguro que su nivel de indignación todavía es mayor, aunque la representación de Santa Cruz no tiene otro contenido que el de una burla simiesca.
El Tribunal supremo de Justicia es otro motivo de indignación. Por su importancia como autoridad máxima en el área a nivel nacional está constituido por un representante de cada departamento. Sin embargo en Santa Cruz los candidatos que son tres hombres y tres mujeres, sólo dos declaran su origen de nacimiento cruceño, uno tiene el valor de asumir que es de origen tupiceño y los otros tres callan su origen de nacimiento.

Siendo el Consejo de la magistratura la institución que administra el órgano judicial, es evidente que tanto Santa Cruz, como Beni y Pando no tienen ningún representante y quedan al margen de participar en la vigilancia de la transparencia de la administración de esta importante área administrativa y la de Tarija y Chuquisaca es apenas nominal. Esta conformación constituye una verdadera discriminación de contenido racial, económico, cultural y político que está condenada por la Constitución del Estado Plurinacional.

Todas estas estadísticas están sacadas del censo del 2001, justo los departamentos de Kandire son los que han crecido considerablemente en estos últimos 10 años, por ejemplo Santa Cruz se encuentra en los 4 millones de habitantes, sus necesidades han crecido considerablemente y exigen un nuevo censo para poner en justicia la distribución de las representaciones. El no hacerlo es concordar con la política genocida contra los habitantes de Kandire, la negación de su cultura y su reemplazo por los kollas con su cultura, tema que no ha tenido el gobierno empacho en proclamar. La última denuncia la hizo la hermana guaraní Justa Cabrera, a quien saludo por su valentía y entereza, y a los cruceños les corresponde prepararnos para las nuevas embestidas del centralismo colonial.

Se está Desconociendo el carácter plurinacional del Estado al discriminar a los pueblos de cinco departamentos del País y constituye un antecedente que sienta jurisprudencia para cualquier reclamo de carácter separatista, que no corresponde de ninguna manera a alguna culpa de los afectados porque ellos están siendo empujados por el Gobierno a reacciones extremas. El único responsable por las consecuencias que pudiera arrastrar esta situación será del gobierno. Es evidente que en su afán de imponer la cultura kolla en desmedro de la kandirense está generando otro punto de bifurcación, especialidad de Álvaro García y Ramón Quintana con el que se pretende humillar en forma definitiva las aspiraciones de libertad de todos los pueblos kandirenses.

Semejante despropósito contenido en el proceso eleccionario no debe llevarse a cabo y el gobierno kolla tiene la obligación a disponer la inmediata suspensión de la elección programada para el 16 de octubre hasta corregir los defectos señalados, acordes a los intereses de cada departamento, esto es que debe existir en el Órgano Judicial la presencia de los nueve departamentos y, correspondientemente con el principio de trato igualitario, debe pasar el proceso por la aprobación de una consulta previa sobre el respeto a los intereses de los departamentos de este País: Bolivia.

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