sábado, 5 de noviembre de 2011

DOÑA NILA HEREDIA PROPONE LIBERALISMO

Tito Pedro Reynaga V.
wreynagavx@yahoo.es


Del proceso del cambio liderado por Evo Morales y García Linera, adscrito a la línea regional conducida por Hugo Chávez asesorado por los líderes de Cuba, se puede decir que va camino de terminar en tragicomedia habiéndose iniciado como una epopeya. Su decadencia político ideológica viene haciéndose evidente desde que en diciembre del año pasado el país entero rechazara el decreto que suspendía la subvención al consumo de los carburantes. Fue un episodio que puso ante los ojos de la opinión pública que el publicitado exitoso gobierno del MAS no era tal y que se estaban incubando graves problemas en la, supuestamente blindada, economía del país, para los que el poderoso MAS no tenía respuestas. La cosa se puso aún más grave con el repudio indígena y popular a su terco afán por construir la carretera por el TIPNIS contra viento y marea, más aún por la estúpida paliza que la policía propinara a los indígenas marchistas. Es más, en el año que termina se manifestó algo no visto antes con el gobierno del MAS: el déficit fiscal. El lastre endémico del estado boliviano que vuelve a su lugar, como ratón a su agujero, luego de que las políticas populistas y el peguismo a beneficio de los compañeros, "hermanos" y simpatizantes del partido multiplicara el presupuesto del gasto corriente admirablemente, agotando la plata que como nunca antes recogía el fisco por la nacionalización de los hidrocarburos y una circunstancia muy ventajosa en el mercado externo para nuestras exportaciones. Y la cosa va para peor, porque para el 2012 el déficit se habrá incrementado substancialmente ante la necesidad de sostener la creciente burocracia pública, la política populista de redistribución y la subvención a los carburantes, incrementada por 80 mil autos chutos legalizados. Mientras que una economía mundial al borde de la crisis va presionando a la baja los precios de nuestros productos exportables. Al cuadro de problemas se sumará la decadencia de las multiplicadas empresas estatales, a las que muy horondo el ministro Delgadillo anuncia sumar una empresa estatal de la construcción, claro, porque se han de enriquecer sólo los empresarios, los burócratas y políticos en gobierno también quieren hacerlo, y "no es justo" que no puedan hacerlo sólo porque no tienen capitales (teniendo el poder)--. La empresa minera estatal Huanuni está ya trabajando a pérdida porque sus costos de producción superan los 9 y algo más de dólares en los que se está cotizando la libra fina de estaño, bajando desde los 15 dólares que había alcanzado meses atrás. Nada extraño, a 7 años de la nacionalización de las minas por la Revolución Nacional (1952) la COMIBOL había bajado su producción física a la mitad de lo que producían los Patiño y estaba trabajando a pérdida agobiada por el exceso de personal, la mala administración y la corrupción. Fue cuando Paz Estenssoro tuvo que tragarse su orgullo de revolucionario de izquierda para pedir ayuda a los gringos a fin de reflotar a la COMIBOL, fue en su segundo gobierno. Esa vez también, como ahora, los revolucionarios más izquierdistas que Paz, como Juan Lechín, se le pusieron enfrente enarbolando las mismas consignas que le habían permitido a Paz Estenssoro llegar al poder. Como ahora hacen con Evo Morales los izquierdistas descontentos, unos por no agarrar la mamadera y otros porque ingenuamente pensaron llegada la hora de la verdadera revolución. Gente que le enrostran a Evo Morales las incumplidas promesa pachamamistas y revolucionarias, antiimperialistas, anticapitalistas, antiburguesas.

Bueno, se diría que una pelea de familia. Aquí la oposición, ni la embajada ni la media luna tienen nada que ver, ni qué aportar. Este es un problema entre masis, entre compinches, entre los socios de la gran empresa transnacional populista, que encuentra en la realidad una barrera infranqueable. La realidad con la que se estrella sin remedio el sistema social que quiere hacer del estado, de los políticos y burócratas, los principales actores de la economía y el desarrollo. El afán socialista al viejo estilo de los Stalin, Mao, Castro, y al estilo de Chávez y su socialismo del siglo XXI y Gadafi con su revolución de tercera vía. O, al estilo de los líderes griegos que empeñados en darle bienestar a sus pueblos han llegado al absurdo de endeudar al estado hasta niveles insostenibles, orillando a su país a la quiebra. Claro, no sin beneficio para la clase gobernante y sus líderes junto a los empresarios asociados al poder.

Hablamos del estado, de los bondadosos, talentosos e iluminados de los políticos y burócratas puestos a conducirnos a todos, bajo el supuesto de que saben mejor que nosotros lo que nos conviene. Éstos, siempre dispuestos a pensar y decidir por nosotros, "que no quieren nada para ellos", que no buscan otra cosa que romperse por los intereses del pueblo, por la clase obrera, los únicos capaces de conducirnos por verdes prados y fuentes cristalinas evitándonos el sufrimiento del "capitalismo depredador". Pastores de pueblos, a los que antes domestican a plan de truco ideológico y maña, dominio que luego sostienen por fuerza y represión, ya asentados en el poder. De qué otro modo se puede entender que dos ancianos sigan cabalgando sobre el cogote del pueblo luego de confesar que habían estado sosteniendo un afán equivocado desde que tomaron el poder. ¿No dijo Fidel que su modelo ya no les servía ni a ellos?

La realidad se impone siempre. Es ahí donde está la oposición al poderoso régimen de Evo Morales. En su propia ideología. Enfrentada a la realidad. En su proyección y afanes de conducir la economía contra la naturaleza de la misma. La economía, el componente básico que da sostén a la existencia de la sociedad y la gente. Sin cuyo concurso en buenos términos nada es posible. ¿No fue acaso el absurdo de la economía estatizada la hoguera en la que se quemaron y prostituyeron los ideales del socialismo de los Marx y Lenin, Stalin, Mao, Castro... Stalin no podía haber hecho otra cosa que lo que hizo. Como tampoco podían los otros líderes comunistas (ni Trotsky). Y es que en el fracaso viene ya incubado y determinado desde los supuestos teóricos del mismo Marx. De la teoría marxista sacaron lo que pudieron, y lo que se saco fue sólo lo que se ve. Ni Evo Morales ni García Linera ni los altos intelectuales extranjeros que hace desfilar la Vicepresidencia en "seminarios", todos juntos, podrán sacar más. A los incrédulos: lean los textos básicos de la obra de Marx con un poco de paciencia y sin temor, en la actitud que recomendaba el Mahatma Gandhi: la mentira debe ser denunciada aun cuando venga sostenida por los textos sagrados.

Y no tienen más, no existe otra cosa como teoría e ideología que la sarta de consignas populistas imposibles de ser traducidas en políticas de gobierno sostenibles. El "socialismo comunitario" no es otra cosa que una frase vacía de contenido apreciable, lo mismo que el "suma qamaña" y similares. Palabras que no podrían derivar en teoría alguna de gobierno u organización y conducción de la sociedad.

En estas condiciones, el fracaso del proceso de cambio está cantado de antemano, salvo milagro, (hecho contra natura). ¿Qué virtud tienen nuestros líderes que no hayan tenido los grandes jefes, líderes e ideólogos de la revolución socialista mundial? Nada.

De ahí que la doctora Nila Heredia, militante comunista, haya abierto la posibilidad de la libre afiliación en la Caja Nacional de Salud (y de la desafiliación). Por el imperio de la realidad. Medida con la que la Ministra masista de Salud, no hizo otra cosa que salir por la lógica ante la actitud chantajista de la aristocracia sindical de la Caja, cuyos dirigentes quieren cogobernar designando también a las autoridades superiores de la Caja. Por algo será, en nuestro país es tradición que quien da acceso a un cargo importante (o lo recomienda) recoge beneficios que le paga la persona agradecida por su designación.

Doña Nila Heredia, al parecer, sin querer queriendo o al menos sin pretenderlo, ha asumido una media liberal. Esto es ha retraído al estado de su potestad de disponer y obligar a la gente a afiliarse en el seguro de salud público, devolviéndole a las personas el derecho natural a elegir lo que quieran o no quieran comprar según sus intereses, necesidades, puntos de vista, capacidad de gasto o lo que fuera, en uso de su soberanía e inteligencia personal. En este caso, servicios de salud. ¿Qué hizo que la Dra. Heredia pecara, siendo comunista, de esta medida antiestatista? No otra cosa que la realidad rectamente percibida y su sentido de responsabilidad.

Su atrevimiento no es poca cosa, y no se sabe si Evo Morales y García Linera están al tanto de su significación. De hecho, una medida similar desmanteló el poder del populismo enquistado en la clase obrera en Chile. Fue cuando el dictador Pinochet, ante la persistencia del estancamiento económico de su país, confiara la conducción de la economía chilena al equipo de profesionales liberales que terminaron llevando a Chile al desarrollo, con tasas de crecimiento de hasta el 15%. Fue José Piñera, Ministro de Trabajo, quien decretó la libre afiliación de los trabajadores a los sindicatos. Libertad de afiliación acompañada de liberta de aporte. Un hecho que frenó la demagogia en el liderazgo sindical al ligar la posibilidad de obtener aportes económicos (que disponer) con el efectivo servicio a los intereses reales de los trabajadores. Una medida efectivamente contraria al gremialismo feudal.

Doña Nila va en lo correcto, tarde o temprano el país tendrá que enfrentarse al feudalismo gremial. Cuya determinación está siendo condenada por el coro populista desde dentro del gobierno como desde afuera. Hasta cuando debemos soportar el despotismo de los sindicatos de transportistas, gremiales, profesionales, campesinos, empresarios, "jadoqueros" y hasta limosneros (que también tienen su sindicato-feudo). Hasta cuando estas formas feudales de organización social contrarias al desarrollo de las fuerzas productivas. Contrarias al derecho al trabajo y a la libertad de emprendimiento productivo. Condiciones básicas de la creatividad y productividad de los pueblos.

La actitud de Nila Heredia no es más que un chispazo en la cerrada obscuridad de la noche. El gobierno del MAS, no ha entendido los alcances de su medida. De hacerlo, sus líderes quedarán espantados. Porque en el país, este gremialismo feudal es tomado como una natural manifestación progresista del sentido colectivista y comunitarista de nuestro pueblo. Cosa que aprecian grandemente al verlo como una condición a favor del socialismo pretendido. Una más de las ridículas expresiones de la ideología dominante.

Y así, el proceso sigue enrumbado a la frustración y la derrota. Una vez más, la de la izquierda enlodando sus banderas, y esta vez, arrastrando además la imagen de lo indígena. ¡Qué fraude!

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