Ronald Vallejos Durán
ronald.vallejos@gmail.com
Facebook y/o Twitter, palacios de lo "políticamente correcto". Espacio mágico que hace de nosotros: voluntariosos, inteligentes, comedidos, patriotas, decididos, aguerridos, indignados… Fácil es lamentarse tras un teclado, rabiar con todos los emoticons necesarios.
Cuando los machotes estudiantes del Colegio Bolívar, en Cochabamba, decidieron hacer su berrinche por el ingreso de nuevas e inéditas compañeras, los bolivianos en las redes sociales se tiraron de los pelos, exigieron juicios, clausuras; ¡los peores castigos, por favor, para los estudiantes y padres de familia retrógradas!
No es que no sea para indignarse; sí, lo es. Pero este suceso me hace recuerdo a aquel en el cual Rubén Costas, prefecto de Santa Cruz, fue herido por una bala delincuente, víctima de la inseguridad ciudadana. Por aquel entonces la protesta fue, cuando no, bulliciosa y hasta se organizó una cumbre de seguridad, entre tanto las voces críticas decían que por qué no pasa tal cosa ante los diarios atentados contra la seguridad de los "no prefectos".
Este dilema del Colegio Bolívar es similar, puede que los excesiva indignación en las redes sociales haga parecer un hecho "anormal" el del machismo de jovenzuelos de no más de 18 años, o el de sus padres. Pero lo cierto es que en este país a diario se vive con ello, los mismos que se jalan los pelos hoy, puede que ayer jalaran los pelos de su señora; las que exigen clausura y juicios hoy, mañana vetarán a la novia de su hijito, porque esta le quiere ch'antar a su wawa. Y así, para cada gusto; por supuesto que no son todos, sobra decirlo. Porque el del colegio Bolívar es la excepción que sale a la luz, otras discriminaciones de ese tipo, se dan a diario ¿o acaso el susodicho colegio es el único que sólo admite varones? ¿ o acaso a las jovencitas que han cometido el "pecado" de embarazarse les niegan la reinserción escolar? ¿será falso eso de que profesores no necesariamente viejos ni verdes acosan a muchachitas por unos cuantos puntos?.
Lo "natural" en el país es eso: el machismo. Y si es que usted duda de las amarguras desparramadas en este texto, pues, a las pruebas me remito: A días de la payasada de los colegiales, a voz en cuello, en el kilómetro cero de Nuestra Señora de La Paz, presidentes y ministras cantan coplas más machistas que el viejo caporal que hace temblar las avenidas orureñas. ¿Qué tal, esa? ¿Ahora a quién le pedimos renuncia, a quién enjuiciamos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario