jueves, 31 de mayo de 2012

GUIDO RIVEROS FRANCK

Julio Ríos Calderón
jrioscalderon@hotmail.com

Guido Riveros Franck, director ejecutivo de la Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria (FBDM), falleció a causa de un fulminante y repentino paro cardiaco.

"¿Dolor, dolor, dolor,/conoces el dogal/ que anuda las gargantas/ que se dicen adiós?", escribió Franz Tamayo. La muerte de Guido nos duele. Duele ver a su círculo íntimo, esposa, hijos y amigos, porque sabemos que ellos están vivos y Guido ya murió; ellos siguen conversando y la voz del amigo ya nunca la escucharemos; esa voz suya tan acelerada, nerviosa, reflexiva, convincente y sabia, hoy acallada para siempre.

Guido fue a trabajar, pero poco antes de mediodía del aciago lunes 28 de Mayo, un dolor de estómago lo inquietó: en busca de su médico, al salir se desplomó, y aunque lo asistieron en el momento, falleció en el camino. Se fue al día siguiente del Día de la Madre, pudo contemplar la aurora del 27 de Mayo para abrazar a su esposa.

Hoy no podemos sonreír al escribir. Quien escribe este homenaje está exento de dibujar por lo menos una sonrisa. El recuerdo de mi último encuentro, el jueves 24 de mayo en la avenida Arce (cuatro días previos a su fallecimiento), está latente y poco a poco asoma indeleble en mi memoria.
Riveros Franck nació el 25 de junio de 1951, tenía 60 años. Ocupó varios cargos públicos, fue diputado nacional, viceministro de Coordinación con el Parlamento, embajador de Bolivia en Colombia, donde trabajó para combatir los secuestros.

Con muchos amigos en muchas ciudades, de profesión ingeniero eléctrico, Guido tuvo una larga y agitada trayectoria. En 1995, cuando se desempeñaba en el Parlamento, lo designaron presidente de la Comisión de Investigación de pagos ilegales recibidos por algunos parlamentarios. Este trabajo condujo a la expulsión y procesamiento de 23 miembros del extinto Congreso Nacional.

En mi último encuentro cien anécdotas surgieron de los labios del amigo. Hablamos de Carlos Bayro Corrochano, dirigente mirista, y desaparecido forzoso en la dictadora de Bánzer, hablamos, con mucho cariño y recuerdos de Luis Gonzáles Quintanilla, amigo personal de Guido, de Arcil Menacho, otro dirigente mirista asesinado en el Gobierno de García Meza en la calle Harrington. Presiento ahora que fue un encuentro para despedirse, que su estima no olvidó a sus amigos, hasta que llegó ese lunes ingrato en el que la bandera a cuadros frenó la carrera de Guido.

Algún día nos volveremos a encontrar con él; solo entonces, no ahora, comprenderemos tantas cosas que nos son inalcanzables, nos reuniremos con esa fe que recién la entenderemos, pues la muerte se inicia con la vida, y Guido nació aquel 28 de Mayo de 2012.

Con la muerte al lado, rozando sus crespones negros, no importa que sean de seda, hoy debemos decirle a Guido: Adiós. Desde hoy estará de guardia por una eternidad, más allá de la vida, junto al Illimani. Queremos expresarle que hoy allí, pertenece a la columna de los espíritus sublimes. Ellos esperarán su llegada, a tiempo de afinar sus guitarras, y lo recibirán en el nirvana con arpegios celestiales, con olivos para la paz de su alma, con laureles para coronar su victoria, y con membrillos como símbolo de amor.
Nosotros, los que quedamos, aún debemos continuar el tráfago humano y de nuestros días. Adiós Guido.
"¡Terrible es la muerte!, pero ¡Cuán apetecible es también la vida del otro mundo, a la que Dios nos llama!". San Francisco de Asís.


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