lunes, 10 de diciembre de 2012

GRABACIONES, CONFIANZA Y SOSPECHAS

Franz Rafael Barrios Gonzalez
franzrbarrios@yahoo.com

El servidor público Evo Morales al denunciar que "el alto mando de la Policía grababa sus conversaciones y que se sentía inseguro" (La Razón), da a entender que algunos efectivos de la Policía Nacional lo grabaron con el fin de "extorsionarlo", y -de paso- deshacerse de otros efectivos.

Casualmente, el Cnl. Alberto Jorge Aracena Martínez, hasta antes de ser designado Comandante General de la Policía a.i., fungió como Director Nacional de Inteligencia, es decir que pertenecía al "alto mando" policial, que según Evo Morales "le grababa sus conversaciones".

¿Acaso la designación de Aracena se debe, en parte (o en todo), a que fue él mismo, en razón del alto cargo (inteligencia) que ocupó, quien "avisó" a Evo Morales que era grabado", para así "ganarse la confianza" del Secretario Ejecutivo de la Federación de cocaleros del Trópico?

Sea quien fuere que haya "avisado" al servidor público Evo Morales que "era grabado", bajo los supuestos señalados, ¿acaso Evo Morales no fue "extorsionado" por quién "le informó" y, suponemos, "le entregó dichas grabaciones"? Y de haberle entregado las grabaciones, quien lo hizo, ¿las entregó "todas", y sin quedarse "copias"?

Ahora bien, tales denuncias no son una novedad, ya que, por ejemplo en el caso "terrorismo/separatista", las fotografías, grabaciones (de audio y video) que fueron "apareciendo anónimante" en los medios de comunicación, suponemos, fueron realizadas y posteriormente entregada a los medios, por los mismos efectivos policiales (entonces UTARC), con el fin de conspirar entre ellos, involucrar a otros, y lucrar "vendiendo" dichas fotografías y grabaciones.

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