A cada hombre y mujer se le permite el ascenso y el triunfo, la realización personal, la conquista de sus máximos anhelos. El modo, la forma, el vehículo para llegar a tan preciadas metas, solo ellos lo saben. Pero cuando se trata de revivir esas añoranzas, soñar con imposibles que se convirtieron en posibles, hacer que de batracios se conviertan en príncipes….las oportunidades no son desaprovechadas.
Precisamente esto está ocurriendo a días de una consulta masiva sobre una posible modificación de la Constitución Policía del Estado en una parte apetecida que de ser favorable, mantendrá en la cumbre a ciertas grupos sociales. Para ello son los medios de comunicación, en particular, radio y televisión, que se han dado a la tarea de abrir las puertas a los actores políticos en pos de mostrarse como personales normales, comprometidas, preocupadas y dignos miembros de familias bien constituidas.
Queriendo o sin querer, el éter ha sido invadido por programas de todo género e índole donde recibieron como invitados estelares a dignísimos ciudadanos convertidos en mesías dispuestos a salvar el mundo. Seguramente estos divinos seres de luz, estos benditos, estos entes divinos pensaron que el oyente o televidente carece de un mínimo sentido crítico.
Evocando tiempos idos, situaciones difíciles, comprometidas, se dieron modos para invertir pasajes de sus vidas y aterrizar como héroes de historieta, sufridos pero ejemplos de vida que termino coronada en lo mas alto del poder político. La vida les recompenso, según ellos, y están dispuestos a seguir "sacrificándose" por una Bolivia que progresa pero necesita mas.
En estas entrevistas atrás quedo el odio, el rencor, la acción permanente de defenestración al rival que de opositor resultó un enemigo mortal. Sus alocuciones mostraron a personas sencillas, querendonas, fieles al círculo familiar contándonos pasajes que solo un niño de 9 años puede creer. La honestidad a prueba de todo, la transparencia, la vocación de decir siempre la verdad sonaron en radios y televisores….¡seres magníficos!....que envidia.
Lo cierto es que aquellos que tienen los pies sobre la tierra, los que algunas veces se las dan de librepensantes, el ciudadano que escucha, escucha, siempre escucha, la ama de casa sufrida y abnegada, el maestro rural con futuro laboral incierto, los profesionales en medicina que estudiaron tanto para muy tarde enterarse que no existen ítems de contratación, el universitario que muchas veces se ha cuestionado si vale la pena estudiar y ser profesional porque sin serlo, hoy gobiernan otros. Todo ese conglomerado de bolivianos y muchos mas ya se han cansado de ver y escuchar a Dartagnan, Robin Hood, Chucho el Roto, Chapulin Colorado. Eso es solo ficción, fantasía, lo que tenemos aquí es el hábil orador que se hecha flores y busca admiración y respeto.
Quedan pendientes explicaciones de verdaderas afrentas a la nación, robos descarados, malversaciones millonarias, doble discurso recurrente, autoridades que por divertirse terminaron atrapados en extremidades inferiores "calientes". La independencia de poderes (hoy órganos) es solo un discurso aburrido y desgastado, algo asi como que "la justicia es pronta y oportuna", "la justicia es gratuita" y demás frases ambiguas.
Todos nos equivocamos pero las decisiones pasan por un proceso de credibilidad y luego decisión. Los ciudadanos bolivianos debemos aprender a no equivocarnos, a optar por lo que nos conviene pero LICITAMENTE, sin engaños, enredos o asociaciones delictivas.
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