domingo, 28 de junio de 2009

El proceso de Indigenizacion Nacional

Renzo Abruzzese
renzo.abruzzese@gmail.com

¿Cómo interpretar el Decreto por el que se declara feriado "nacional" el Año Nuevo Aymara? Partamos de la siguiente constatación histórica. Uno de los grandes desafíos de cualquier régimen hegemónico o totalitario estriba en homogeneizar la sociedad a partir de una matriz unipolar en la interpretación de la historia, la cultura, la sociedad, el Estado, el Poder y la Política. El ejemplo más claro lo vimos con el fascismo italiano. Que comprendió desde un principio que la realización de su proyecto político dependía de su propia capacidad de fascistizar la sociedad. Esto significaba que los contenidos del Estado se nutrían de otro tipo de elementos, mitos, ritos, visiones y estrategias de Poder con el fin de crear un Estado Totalitario. Bottari, un prominente miembro de Partido Nacional Fascista (PNF) declaro en 1930 que el fascismo era "una religión política y civil..." Gentile concluye que el PNF fue "el primer partido que llevó el pensamiento mítico al Poder e institucionalizó la sacralización de la política" y Ludwig, un investigador de la época, (1932) en una entrevista con el Duce registró las siguientes palabras "La multitud…necesita espiritualidad, religiosidad, catecismo, rito…." Mito y organización fueron los mecanismos que el totalitarismo Italiano necesitaba para transformar el Estado bajo su propia concepción.

Desde ésta perspectiva, el Decreto por el que se declara el Año Nuevo Aymara un acontecimiento de trascendencia "nacional", constituye uno mas de los intentos de imponer a partir del Estado una lógica y una visión capaz de homogeneizar la sociedad boliviana. Si no fuéramos diversos al punto de registrar 36 culturas (con exclusión de la mestiza. literalmente borrada del mapa) el polémico Decreto hubiese pasado desapercibido, empero, su intencionalidad no es meramente simbólica, hace parte de un aparato ideológico que pretende iniciar el camino de la Indigenizacion de la sociedad boliviana.

Así como los fascistas del Duce comprendieron que había que fascistizar el Estado Italiano, los masistas de Evo saben que hay que Indigenizarlo con la esperanza de someter la sociedad boliviana los próximos 500 años a la lógica aymara. No es un Decreto más, -después de CPE del MAS- pone a todos los bolivianos bajo la rasante temeraria de Estado homogéneo. Es el prisma de las concepciones unipolares del Poder Total de una raza sobre el conjunto de la República.

Los símbolos que adopta el proceso toman forma concreta; la aprobación de una CPE racista y excluyente, la imposición de una bandera aymara junto a la nacional, la puesta en marcha de un programa de reforma educativa con una fuerte carga mítica de raigambre indígena, el cambio de nombre nominativo del país, la tenaz oposición a la Iglesia Católica como símbolo de la libertad de pensamiento, el acoso de los mecanismos de socialización cultural masiva como la prensa, la temeraria aseveración del ministro de Defensa demandando "reescribir la historia nacional", y finalmente, la instalación de un proyecto estatal "originario-campesino" como horizonte histórico para todos los ciudadanos de este país. El sueño masista imagina una nación indígena-aymara culturalmente plana, obediente, sumisa, llena de mitos telúricos y escarmientos para los herederos de cerca a 200 años de historia republicana. Una República doblegada a la sombra de su pasado.

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